La Federación de Corea del Norte ha emitido una protesta a la FIFA en la que asegura que fueron víctimas de un complot por parte de Corea del Sur, que propició su derrota (1-0) ante esta selección en su duelo para el próximo Mundial de 2010, ya que están convencidos de que alteraron su comida.
El comunicado de la Federación de Corea del Norte asegura que la comida de sus jugadores fue alterada a lo que añade que el árbitro no fue imparcial durante el choque, y "por tanto, el partido se convirtió en un teatro que generó una conspiración y una estafa contra nosotros".
Además, desde Corea del Norte piensan que "está claro" que es producto del presidente de Corea del Sur, "que busca confrontación" con su país, por lo que creen que "la FIFA debería examinar el proceso del partido y tomar las medidas apropiadas", aunque el organismo aún no se ha pronunciado.
En Corea del Sur creen que sufrieron una encerrona
La Federación de Corea del Sur ha negado las críticas llegadas desde Corea del Norte en las que se les acusó de envenenar a sus futbolistas antes del partido de clasificación para el Mundial de 2010 disputado en Seúl el pasado miércoles.
Se culpó directamente a Omani, árbitro de un encuentro que definió Corea del Sur a falta de 3 minutos e incluído en el grupo 2 de clasificación mundialista, por su permisibilidad al dejar que "el choque se convirtiera en un teatro que incrementó la estafa".
Unas críticas que no gustaron al presidente de la Federación de Corea del Sur y cuyo presidente, Kim Joo-sung, no tardó en replicar achacándolas a "cuestiones políticas sin fundamento".
"El comunicado de Corea del Norte se eleva a niveles políticos, no tiene nada que ver con lo deportivo, no hay necesidad alguna de responderlo", comentó Kim a la agencia 'Yonhap'. "Si ocurre un accidente durante el entrenamiento o el traslado y afecta al partido debe ser el equipo local el que debería tener toda la responsabilidad por lo sucedido, pero cuando los problemas están relacionados con los hoteles o las comidas creo que se trata de una cuestión exclusiva del equipo visitante que es el que decide su alojamiento y puesta a punto", matizó.
Por su parte, el ministro de Exteriores surcoreano, Yoo Myung-hwan, consideró la protesta de la otra Corea como "un acto provocativo" que no amenaza la paz y la estabilidad entre ambas partes. "No es un problema que haya que investigar, Corea del Norte decidió todo, incluyendo su hospedaje, y nosotros no tuvimos nada que ver en esta selección", zanjó el político de Corea del Sur, que lidera el grupo 2 de clasificación para el Mundial 2010 con 11 puntos, seguido de Corea del Norte y Arabia Saudí, con un punto menos.