Barajas necesita un 20% más de controladores para funcionar bien en Semana Santa

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La verdadera guerra entre Fomento y los controladores aéreos empieza ahora. Una vez rotas las conversaciones para renovar el convenio colectivo, bloqueado desde hace cinco años, todas las miradas están puestas en el Waterloo que puede suponer la Semana Santa. Y con razón. Según la programación establecida por Aena para Jueves Santo, el número de controladores aéreos con servicios previstos se sitúa más de un 20% por debajo de la configuración de referencia que el propio gestor aeroportuario contempla.

De acuerdo con el turnero de abril, publicado por Aena el 30 de diciembre y al que ha tenido acceso El Confidencial, el primer día festivo, en plena operación salida, trabajarán 14 controladores en el turno de mañana, 13 en el turno de tarde y 9 en el de noche. Según admitían recientemente fuentes de Aena, la configuración de referencia en Barajas es de 18 profesionales. Por debajo de los 16 controladores, el gestor admite que hay que cerrar alguna de las cuatro pistas del aérodromo. La situación no es diferente el viernes: 14 por la mañana, 14 por la tarde y 10 por la noche.

Un controlador con responsabilidad en el aeropuerto madrileño es todavía más tajante. “Normalmente, en la Torre de Barajas somos 18 o 19 controladores más tres supervisores en mañana y tarde. Por la noche puede haber 16, más dos supervisores”, explica. La habitual precariedad de las programaciones se venía compensando con las horas extras recogidas en el acuerdo extraconvenio de ampliación de jornada laboral obligatoria, que permitía a Aena ajustar el número de controladores a las necesidades del tráfico.

El problema es que ese compromiso expira el 31 de marzo y, con las negociaciones rotas, nadie sabe explicar muy bien cómo se compensará ese déficit. A los controladores hay que leerles entre líneas: “No habrá ningún tipo de dejación en las funciones, pero al estar sujetos a la gestión de Aena, debemos cumplir sus programaciones. Si estas son insuficientes, es la compañía quien debe responder”. En román paladino, están entre la espada y la pared. Temen que se les acuse de una huelga, pero al tiempo saben que las dotaciones no son suficientes y que dependen de que Aena les llame para completar las dotaciones. Si trabajan a reglamento, el caos está asegurado.

El servicio no está garantizado

Fuentes de Aena explicaron a El Confidencial que ese es precisamente el quid de la cuestión y la razón por la que el conflicto se ha puesto en manos de Aviación Civil con tiempo. “El problema es que los turnos se tienen que fijar con 90 días. Y los tenemos que publicar en base a las 1.200 horas que deben trabajar los controladores. Es obvio que no se garantiza el servicio. No se puede con esos efectivos. Por eso se han cortado las negociaciones al ver que no hay posibilidad de avances. El 1 de abril está a la vuelta de la esquina y necesitamos algo de tiempo para resolver esto de aquí a Semana Santa”. De hecho, entre las propuestas de Aena estaba la reducción a 30 días del plazo para comunicar los turnos.

“Vamos a estar disponibles para cubrir esos servicios, pero si no se nos permite…”, lamentaba Rafael López, portavoz de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), mayoritaria en el sector. Un controlador aéreo más aguerrido afirma que puede darse el caso de que 14 controladores estén en la Torre de Barajas trabajando “y 125 en la cafetería desayunando, sin que Aena les llame. Yo trabajaría gratis”. El colectivo teme que Aena modifique el convenio recurriendo a un real decreto, que necesitaría la convalidación del Parlamento.

Las sospechas de que hay gato encerrado han aumentado después de acceder a un documento interno de Aena, en el que Fomento recoge los diferentes escenarios y respuestas posibles ante la crisis, también regulatorias. Para cubrirse las espaldas, USCA afirma que se ha pedido a Aena que “informe de las necesidades no cubiertas en la programación de abril con el fin de que los controladores puedan atenderlas, en la medida de lo posible y con los mecanismos del convenio en vigor”. Pero sin muchas esperanzas.

“Ni siquiera nos dicen desde hace meses cuáles son las configuraciones de referencia para que podamos hacer un seguimiento”, se lamenta López. Queda el consuelo de que, el domingo 4 de abril, en plena vuelta de la Semana Santa, las dotaciones sí están más ajustadas. Aena prevé 18 controladores de mañana, 17 de tarde y 11 de noche. Al menos durante el día, sí estaría disponibles las configuraciones de referencia. Claro que nadie espera que todo quede igual. Blanco ya advirtió que tomaría medidas de forma unilateral si no había acuerdo.