Rafael Nadal no sólo es el número uno del mundo sino que lo demuestra en cada torneo. Y lo hace con victorias épicas como la vivida en Australia, 'coto privado de caza' para los españoles hasta la fecha. La Rod Laver Arena y el propio Roger Federer se rindieron ante el poderío del de Manacor, que mordió por primera vez este trofeo tras doblegar a su rival por un marcador global de 7-5, 3-6, 7-6(3), 3-6 y 6-2 tras cuatro horas y veintitrés minutos de juego. El libro de la historia de este deporte tiene una página más escrita, en castellano, por Rafa Nadal.
Mucho se había hablado y escrito sobre el estado físico con el que Nadal afrontaría la final en Melbourne tras la 'paliza' que se pegó ante Fernando Verdasco en semifinales. Rafa demostró que no hay obstáculo que se le resista y que para ganarle hay que jugar, y muy bien, sobre la pista. Ahí es donde el manacorí demuestras que es el mejor.
El primer del set del partido fue impropio de un partido que enfrenta a las dos mejores raquetas del momento, pues de los doce juegos que hubo en disputa, cinco de ellos se lograron al resto. Buena cuenta, este dato, de la agresividad que uno y otro pusieron en liza. Nadal buscaba el revés alto de Federer y el suizo el mismo golpe a baja altura del español. Las alarmas saltaron cuando Federer se puso con 4-2 y servicio, pero fue ahí donde Nadal se metió en pista y recortó distancias. El balear tiró de un passing 'made in Nadal' para romper el servicio de Federer en el undécimo juego. En el siguiente, no dudó a la hora de cerrar el partido.
Otro partido épico, sólo quedaba por dilucidar si sería con triunfo español. No tardó en decantarse la balanza. Nadal supo sobreponerse al esfuerzo y tomó ventaja en el cuarto juego. Federer estaba errático y Rafa supo aprovecharlo. Con paciencia y un gran juego con el servicio, el balear siguió con el pie en el acelerador hasta que el último punto subió a su casillero. Un punto que significaba aquello de "juego, set, partido y campeonato". ¡El Open de Australia! Rafa Nadal se convierte en el primer tenista español que logra tal hazaña.
Los momentos posteriores al final del choque fueron de contraste de sensaciones. Nadal, con una felicidad contenida por respeto, era consciente de que sigue escribiendo la historia viva de este deporte. ¡Es difícil ser más grande de lo que es Nadal ahora mismo!. Federer, por su parte, rompía a llorar desconsolado tras no poder igualar la marca de Pete Sampras de 14 Grand Slam conquistados. En resúmen, un duelo más entre estos dos grandes de la raqueta que no defrauda a nadie. Y los que nos quedan...