Cinco años después, el Asefa Estudiantes volverá a disputar una Copa del Rey por derecho propio. Y lo hará a pesar de su mal arranque inicial. Los de Luis Casimiro comenzaron la temporada rememorando fantasmas pasados con cinco derrotas consecutivas y, también, tocados por la Gripe A (sólo Pancho Jasen y el fugado Blake Ahearn se salvaron del proceso vírico).
Una vez abandonados los antibióticos, comenzaron su escalada con victoria en Valladolid por 83-89. Desde entonces
cho triunfos-cinco consecutivos como locales- en doce partidos para un equipo que ha recuperado la ambición. "Con los problemas que tuvimos, nadie imaginaba que podíamos estar así. Pero nos lo hemos ganado merecidamante. Hay que mirar más allá de la Copa del Rey. La cambiaría por meternos en el playoff", apuntaba el capitán, Pancho Jasen.
Tras el desastre en Alicante la pasada jornada (derrota por 22 puntos que les complicaba su presencia en Bilbao), el Estudiantes saltó al Telefónica Arena con las ideas claras. Si querían estar en la capital vizcaína el próximo mes de febrero sólo les valía la victoria y esperar a ver qué ocurría en Vitoria y Fuenlabrada. Petar Popovic superaba a un Hettsheimeier desdibujado mientras Carlos Suárez aprovechaba su exceso de centímetros sobre Vasileiadis, fallón desde el triple (3/9 desde esta distancia). Pero la barrera de los 22 puntos -su basket-average en contra con el Lagun Aro- se resistía. Las buenas noticias ayer también llegaron de la mano de Lofton, el tirador que Casimiro pidió estas Navidades tras la marcha de Ahearn. El de Maysville va cogiendo poco a poco confianza (6/11 en tiros de campo), pero sería Carlos Suárez el primero en superar esa barrera de los 22 (52-29, min. 25). Cinco puntos de Jasen ponían el +34 en el marcador (78-44), pero el Xacobeo, lejos de bajar los brazos, puso la directa y aprovechó la entrada en pista de Beirán y Oliver para recortar distancias, aunque la victoria vespertina del Fuenla les sirvió en bandeja su regreso a la élite española.
AS.com