Buen día señores pasajeros, su comandante, en este exacto momento estamos a 9000 metros de altura y sobrevolando la ciudad de... OOOHHH DIOS MIOO!!!
Los pasajeros escuchan un grito pavoroso, seguido de un ruido infernal...
- ¡¡¡NOOOOOO!!!
- ¡¡¡Splitctct, splocfff, flackk k, bruuuuuuuooooooommmmmmm!!!
Y luego un silencio que se hace eterno....
Segundos después, el comandante vuelve a tomar el micrófono y riendo se disculpa:
Disculpen, señores pasajeros, tiré mi bandeja y mi taza de café se me cayó encima. No quieran saber cómo quedó la parte de adelante de mis pantalones...
Y uno de los pasajeros grita:
- ¡¡¡Maldito... Tendrías que ver cómo quedó la parte de atrás de los míos!!!.
Estaban volando en un avión comercial, un cura, un cantante, un hippie y un político. De repente el avión comienza a caer en picada, la azafata les indica que sólo existen 3 paracaídas para los pasajeros. Entonces deciden quién se quedará en el avión:
El político dice:
Yo saltaré, sin mí el pueblo quedaría como inválido, sin nadie quien lo dirija.
Entonces toma el paracaídas y salta.
El cantante dice:
Yo tengo que saltar, el mundo necesita mi música, la alegría de mis letras.
Entonces salta.
Cuando de repente el cura ve otros dos paracaídas le dice al hippie:
¡Milagro! ¡Milagro, quedan dos paracaídas!
El hippie le responde:
No padre, es que uno saltó con mi mochila.
Un día en pleno vuelo, el piloto dice a sus pasajeros:
Los del lado derecho, por favor saquen su mano derecha por la ventana.
Todos los pasajeros empiezan a preguntarse qué pasaba...
Después dice:
Pasajeros del lado izquierdo, favor sacar la mano por la ventana.
Y todo el mundo se preguntaba qué pasaba, cuando de repente el piloto dice:
¡Aleteen todos que se nos va a caer el avión!
Un lorito que viajaba en un avión, en primera clase, llama a la azafata:
- A ver, mugrienta... vení a atenderme.
- ¿Qué desea, Señor Loro? - responde ésta.
- Tráeme un whisky, guacha.
- Si Señor Loro, en un instante se lo traigo.
El señor que estaba sentado al lado del lorito aprovecha cuando se acerca la azafata a traerle el whisky, y le dice:
- Señorita ¿Y a mí podría traerme un café?
- Cuando tenga tiempo se lo traigo - Le responde la azafata de mala gana.
Media hora más tarde, el lorito vuelve a dirigirse a la azafata:
- A ver, hedionda, tráeme otro whiscacho.
- Sí Señor Loro, de inmediato se lo traigo.
- A mi tráigame por favor el café que le pedí hace media hora, señorita
- Insiste el hombre.
- Usted espere, y no me apure señor - responde la azafata malhumorada.
Media hora más tarde, el lorito vuelve a dirigirse a la azafata:
- Floja, tráeme otro whiscacho.
- Sí Señor Loro, de inmediato - musita la azafata.
- ¿Y mi café, señorita? - pregunta ya un poco enojado el hombre.
- Usted espere, señor ¿No ve que estoy muy ocupada?
Entonces el hombre, no soporta más, y le dice al loro:
- Oiga ¿Cómo hace para que lo atiendan tan bien, que le traigan tres whiskies, y yo no consigo que me traigan un miserable café?
- Muy simple señor - responde el loro - Yo se lo pido con firmeza, la trato mal, para que vea quien es el que manda, y quien el que obedece.
- ¡Ah, voy a probar con su método, a ver si funciona!
Y dicho esto, comienza a gritar:
- ¡A ver, azafata inmunda, si me traes el maldito café que te pedí hace como una hora, floja reventada!
Ante esto se acerca muy enojado el comisario de a bordo, los agarra del cogote al señor y al lorito, y los tira del avión.
Cuando los dos van cayendo, el loro le dice al hombre:
- ¡Hay que ser muy macho para ofender a la azafata y no saber volar !