Tom Boonen ganó ayer su segunda París-Roubaix consecutiva, la tercera en total en su extenso, y excelso, palmarés. Y lo hizo por eliminación, por ser el último del grupo de seis escapados que quedó en pie en Carrefour l'Arbre, un tramo de pavés catalogado como cinco estrellas (máxima dificultad), a 16 kilómetros de meta.
Allí, el español Juan Antonio Flecha se fue al suelo en una curva y se llevó consigo a los dos lottos que iban entre los fugados, Leif Hoste y Johan Van Summeren. Filippo Pozzato quedó cortado, y en cabeza se marcharon Thor Hushovd y Boonen. Apenas unos metros más adelante, Hushovd se estampó contra una valla en otra curva, y el belga se dirigió en solitario hacia el velódromo y su tercera Roubaix. Debido a su edad, 28 años, Boonen pone en peligro el récord de cuatro victorias en esta clásica, que ostenta su compatriota Roger de Vlaeminck. Flecha deberá esperar otro año para intentar lograr el primer triunfo de un corredor nacional.
As.com