331 km/h: el Bentley más rápido
Al volante del Bentley Continental GT Speed: un relámpago de lujo
Nunca un Bentley rodó más rápido: los nuevos Continental GT Speed superan los 330 km/h sin perder un ápice del lujo que invade cada centímetro del habitáculo. 635 caballos tienen la culpa.
Aunque la velocidad quizá no sea el rasgo definitorio de los Bentley, desde 2007, año en que nació la familia Speed, hay unos modelos especiales en su gama que la tienen como máxima prioridad. Ahora hemos podido ponernos a los mandos de los nuevos Bentley Continental GT Speed para probar sus últimas mejoras antes de que lleguen a España, a finales de verano, a un precio de 260.000 euros (coupé) y 290.000 (convertible).
Antes de salir a carretera y volver a experimentar las peculiaridades de la conducción en Inglaterra, disfrutamos de la gran virtud de los Continental GT Speed: una pista de aeródromo escocés nos sirvió para alcanzar los 256 km/h en nuestro primer intento. Por desgracia, no hubo un segundo en el que atacar la barrera de los 300 km/h. Esa que rompen sobradamente estas dos bestias de 635 caballos ya sea coupé o convertible.
El responsable es el todopoderoso motor W12 de 6 litros y doble turbocompresor de Bentley, ahora con 10 caballos más para llegar a los 635 con un par de 820 Nm (20 más que anteriormente). El GT Speed CCoupé alcanza con su impulso una velocidad máxima de 331 km/h, lo que lo convierte en el modelo de producción más rápido jamás fabricado por la compañía. El convertible se queda en 327 km/h con un sprint de 0 a 100 km/h en apenas 4,4 segundos.
Estas mejoras no generan un incremento del consumo ni de las emisiones de CO2, gracias también a la acción de la caja de cambios automática ZF de ocho velocidades. 14,5 litros para el coupé y 14,9 en la versión convertible son números razonables si lo comparamos con su espectacular rendimiento.
Su configuración de chasis Speed con suspensión más baja y rígida, le permite asumir el potencial del propulsor, mientras que el equipo de frenos, con cuatro enormes discos ventilados en las cuatro ruedas cumplen su cometido con eficacia (algo que no es sencillo dados los 2.400 kilos de peso). Los de serie son de acero, con 405 milímetros de diámetro delante y 335 detrás, mientras que opcionalmente se ofrecen unos discos de carbono con dimensiones aún mayores (420/356).
Los más observadores distinguiréis a la familia GT Speed por los difusores y faldones laterales del mismo color que la pintura exterior y las llantas Speed de 21”, los faros delanteros y las luces traseras con acabado oscurecido. Las pinzas de freno pintadas en rojo y el emblema cromado «Speed» en los guardabarros delanteros y en su salpicadero también les delatan, mientras que en el interior destaca una combinación de color completamente nueva y exclusiva para los modelos Speed. Además hay un nuevo color rojo para la carrocería, denominado ‘Candy Red’, que es el que adorna los coches que veis en las fotos.
El interior de un Bentley, aunque sea el más deportivo de la gama, siempre merece una descripción detallada. En el caso de los Continental GT Speed la tapicería elegida -pespunteada en contraste con otros elementos de la cabina- se combina con franjas del color de la carrocería en los paneles traseros, las aletas del salpicadero, la consola interior y la palanca del cambio de marchas. Un recurso novedoso es el acolchado con motivos en forma de rombo de los asientos y las puertas, que se ofrece como opción.
Además dispone de siete paquetes opcionales que permite a los clientes adaptar su automóvil a sus necesidades. Ahí van algunos ejemplos: el paquete ‘Premier’ incluye asientos ventilados con masaje, equipo de audio Naim for Bentley, cámara de visión trasera, doble reposabrazos delantero y llave de cortesía mientras que el de ‘Diseño Interior’ emplea lo mejor de la artesanía de Bentley para ofrecer el máximo grado de personalización del habitáculo, con pespunteado en contraste en todo el habitáculo y alfombrillas de pelo largo con ribete de piel. La aplicación opcional del punto de cruz requiere 37 horas de trabajo artesanal y más de 600 metros de hilo.
Especial para el modelo convertible es el paquete ‘Todas las estaciones’, que incluye elementos prácticos para la conducción a cielo abierto, como los calientacuellos integrados en los asientos, el deflector del viento extraíble y un volante calefactado.
A los mandos del GT Speed se respira el silencio… al menos hasta que se aprieta con ganas el acelerador o se pasa del modo estándar 'D', al rugido del ‘S’ (Sport), que convierte cada cambio de marcha en una operación fugaz. En cualquiera de los dos modos el coche es muy fácil de manejar, con una dirección ligera y precisa.
La capota de lona del Convertible requiere 25 segundos para plegarse, operación que puede hacerse en movimiento a una velocidad de hasta 30 km/h. El control del ruido del viento en la cabina es impresionante ya que se puede mantener un tono coloquial incluso a alta velocidad.
El Continental GT Speed oculta su peso (2.320/2.495) mejor que sus hermanos menos atléticos. No es tan ágil como un coche deportivo convencional, pero resulta muy estable y rápido. En las curvas rápidas la tracción permanente a las cuatro ruedas ofrece gran nivel de agarre y anima a tomar las curvas con total confianza. Después de un viaje de casi 500 kilómetros uno puede sentirse tan fresco como al comienzo de la ruta gracias a sus cómodos asientos ventilados y dotados de función masaje…