La cuenta regresiva para celebrar la Navidad ya ha llegado y una gran cantidad de calles de diversas partes del mundo comienzan a reflejar este espíritu navideño que, si bien llena de color y alegría el espacio público, también provoca cierta preocupación en materia energética.
Como una forma de demostrar, en tiempos de crisis, que es posible “iluminar las calles ahorrando energía”, tal como señaló la concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Barcelona, Imma Mayol, la ciudad ha invertido 214 mil euros para lucir, durante la época navideña, seis abetos luminosos.
Estos llamativos árboles han sido creados por Martirià Figueres y, según publica ElPeriódico.com, miden 12 metros de altura y son reutilizables.
La Plaza de Espanya, el paseo de Lluís Companys, la avenida de Pau Casals y el paseo de Fabra i Puig son los lugares que deberán frecuentar aquellos curiosos que quieran contemplar estas enormes estructuras de acero que funcionan con energía solar por acción de una placa fotovoltaica y de unas hojas que capturan la luz. Quienes vayan de día, notarán en estos árboles elementos tornasolados que, por la noche, tendrán la función de alimentar unas coloridas lámparas de tecnología LEDS.
Seguramente, más de un lector se ha sorprendido al conocer esta flamante decoración que embellece a Barcelona, pero hay que aclarar que todavía no hemos hecho referencia a los abetos restantes. Y, en este sentido, la novedad es mayor porque estos árboles, que podrán ser apreciados en los Jardinets de Gràcia y en la avenida de Francesc Cambó, son interactivos: para que se iluminen, es necesario pedalear sobre tres bicicletas. De esta manera, Barcelona no sólo apuesta a la decoración navideña ecológica, sino que también fomenta la participación de la gente.