Alfonsina Storni
Alfonsina Storni, la más firme expresión poética femenina de la Argentina y una de las más importantes de América, nació el 29 de marzo de 1892, en Sala Capriasca, Cantón Ticino de la Suiza italiana.
Pasó su infancia en San Juan (Argentina). En la Escuela Normal de esa ciudad cursó sus primeros estudios y, más tarde continuó en Coronda (provincia de Santa Fe. Argentina), de donde egresó con el título de maestra normal.
En el año 1935, durante su estadía en las playas uruguayas, Alfonsina presintió su enfermedad, un tumor en un pecho.
Se trasladó a la ciudad de Mar del Plata (provincia de Buenos Aires. Argentina), donde en la madrugada del 25 de octubre de 1938 se suicidó internándose en el mar.Monumento a Alfonsina
Mar del Plata (Provincia de Buenos Aires)
VOY A DORMIR
Dientes de flores, cofia de rocío,
manos de hierbas, tú, nodriza fina,
tenme prestas las sábanas terrosas
y el edredón de musgos escardados.
Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara a la cabecera;
una constelación; la que te guste;
todas son buenas; bájala un poquito.
Déjame sola; oyes romper los brotes…
te acuna un pie celeste desde arribay un pájaro te traza unos compases.
Para que olvides …Gracias. Ah, un encargo:
si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido.
Su última poesía
El diario La Nación de Buenos Aires, la publicó al día siguiente de su muerte (1938)
La fascinación que ha ejercido sobre los lectores sigue vigente. De ahí que Félix Luna y Ariel Ramírez hubieran creado esa canción tan bella llamada “Alfonsina y el mar”. [youtube]http://www.youtube.com/watch?v=elFfCLa6wNM[/youtube]
Cualquier lector puede reconstruir su vida a través de sus poemas sin necesidad de leer su biografía. En Dolor anticipa como le gustaría que fuera su muerte. En Duerme tranquilo, hallamos un irónico y dolido reproche investido de poesía al que fue el padre de su hijo. El Racimo Inocente relata el rechazo a este hombre cuando pasado muchos años quiso reparar el daño y casarse con ella, porque ya la protagonista ha vivido otros amores. En Presentimiento, hay una especie de profecía de lo que intuye durará su vida. En “Carta lírica a otra mujer” expresa sin envidia la suerte de ser la otra, la elegida, y no ella misma. “Tú me quieres blanca” muestra la recriminación a uno de sus amores, mujeriego contumaz, por el hecho de que para casarse buscara a una mujer virgen, como era de uso en esa época ( tan cercana y lejana al mismo tiempo de la nuestra). Así, al igual que Sor Juana, reprocha y ama, ama y reprocha, a esos hombres que la hacen sufrir. En fin, todos sus poemas hablan del amor, del dolor y de todas esas cosas....
Dolor
Quisiera esta tarde divina de octubre
pasear por la orilla lejana del mar;
que la arena de oro, y las aguas verdes,
y los cielos puros me vieran pasar.
Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera,
como una romana, para concordar
con las grandes olas, y las rocas muertas
y las anchas playas que ciñen el mar.
Con el paso lento, y los ojos fríos
y la boca muda, dejarme llevar;
ver cómo se rompen las olas azules
contra los granitos y no parpadear;
ver cómo las aves rapaces se comen
los peces pequeños y no despertar;
pensar que pudieran las frágiles barcas
hundirse en las aguas y no suspirar;
ver que se adelanta, la garganta al aire,
el hombre más bello, no desear amar...
Perder la mirada, distraídamente,
perderla y que nunca la vuelva a encontrar:
y, figura erguida, entre cielo y playa,
sentirme el olvido perenne del mar.
oni.escuelas.edu.as/cervantesvirtual.com