Red Bull Racing tendrá que cambiar su filosofía
El equipo Campeón del Mundo fue el primero, hace años, en poner sobre la pista la famosa "aleta de tiburón" que unía la toma de aire del motor, situada sobre la cabeza del piloto, hasta el alerón trasero.
La idea de Adrian Newey fue seguida posteriormente por todos los equipos y fue la base para la implementación del Conducto-F. Este año la FIA pone fin a esa solución estableciendo una zona de hasta 33 centímetros en la que no puede haber ningún elemento de la carrocería por delante del alerón posterior. Los equipos renunciarán a un elemento que les aportaba un beneficio aerodinámico y los patrocinadores a un espacio extra para mostrar sus carteles publicitarios.
Otro de los pilares del diseño del RB5 y RB6 de Red Bull ha sido un morro muy elevado, gracias a un alzamiento del chasis en su parte inicial que podía llegar a dificultar la visibilidad de los pilotos en ciertas ocasiones. Fernando Alonso, tras su llegada a Ferrari, comprobó minuciosamente que el nuevo chasis, de clara influencia Red Bull, le permitiera una buena visibilidad de la pista.
La FIA ha rebajado la altura máxima del chasis respecto al eje delantero a la vez que ha aumentado la altura del 'roll-bar' situado delante del piloto. La medida está orientada a aumentar la superficie frontal de protección de la cabeza de quienes se sientan al volante, para prevenir impactos de objetos contra el casco. Aún está en la memoria el accidente de Massa en el GP de Hungría de 2009 o situaciones de peligro como la protagonizada por Schumacher y Luizzi en la última carrera de 2010, en Abu Dhabi.
Esta temporada Red Bull tendrá que renunciar a dos de las muchas armas que le han permitido marcar diferencias en las últimas temporadas.