La revolución en la Fórmula 1 tendrá que esperar al menos hasta 2017, después de la reunión celebrada en Ginebra esta semana donde se votó en contra del cambio técnico antes de esa fecha. La Comisión de la FIA rechazó una propuesta para cambiar la normativa y permitir coches y neumáticos más anchos así como diferentes carrocerías para la temporada 2016.
Las reglas de 2016 se pueden cambiar por mayoría de votos hasta el 1 de marzo, después de que haya una aprobación unánime entre todos los equipos. El deporte reina del motor sufrió una gran conmoción el año pasado con la introducción del nuevo motor híbrido turbo V6, en sustitución de los antiguos y mucho más ruidosos motores V8, que algunos en el deporte todavía prefieren. Si bien la necesidad de regresar a los motores V8 se ha alejado, hay conversaciones sobre ajustar el reglamento de 2017 para que los motores turbo V6 se pueden aumentar a 1000 caballos de potencia.
Los equipos han estado considerando varias formas de mejorar los coches, así como la creación de más emoción para los espectadores, sin aumentar los ya excesivos costes. Se entiende que este primer rechazo es debido al gran desembolso económico de los equipos en 2014, por lo que sería prematuro introducir nuevas reglas dentro de tan solo dos años.
Una verdadera revolución
Y es Ferrari uno de los que más esta apostado a dar este gran cambio en un par de años. El conjunto italiano quiere monoplazas con una estética más atractiva y con mayor sonido del motor, que haga poner los pelos de punta al aficionado. Es decir, no solo que sea el más avanzado tecnológicamente, sino también que cautive la vista con su aspecto agresivo. Como parte de ese proceso, Ferrari ha sado a conocer las primeras imágenes de su concepto de coche de Fórmula 1 del futuro.