La seguridad Social pagó en el año 2014 la jubilación de 29.321 personas que ya habían fallecido, según desvela un informe del Tribunal de Cuentas sobre El procedimiento de gestión y control de los deudores por prestaciones del Instituto Nacional de la Seguridad Social.
El Estado desembolsó 25,2 millones de euros mensuales para pagar las pensiones de esas personas ya fallecidas, según indica el informe. La situación, lejos de resolverse, se ha perpetuado, pues los interventores públicos han detectado que en octubre de 2015, 27.860 de esos muertos continuaban dados de alta como jubilados.
El Tribunal de Cuentas describe en su informe una situación caótica en el seno de la Seguridad Social, que impide saber cuándo fallecen los perceptores de pensiones, pese a que los datos sobre su muerte sí están registrados en el Instituto Nacional de Estadística.
Además, el Instituto Nacional de Estadística envía cada mes a la Seguridad Social datos de los fallecimientos ocurridos en España, pero “no existe un protocolo que permita un procedimiento sistemático de recepción”.
Así, cada oficina actúa por su cuenta y riesgo y hace sus propias comprobaciones con diferentes resultados. Algunas direcciones provinciales de la Seguridad Social se molestan en “realizar otras actuaciones de control de forma manual” como contactar con los registros civiles, ayuntamientos, cementerios, tanatorios o familiares.
Pero la falta de una directriz común, provoca que cada dirección provincial actúe por libre y que la carencia de controles dé como resultado que casi 30.000 españoles estén percibiendo su pensión de jubilación pese a haber fallecido.
Quién se lleva este dinero cobrado? porque es evidente que los fallecidos no.
Saludos.