La televisión, un medio que depende casi en exclusiva de los anuncios para obtener ingresos, ve como la crisis reduce la inversión en el sector poniendo en peligro su supervivencia
Las cadenas han visto mermados sus ingresos publicitarios por la crisis mientras que los ciudadanos han visto como la situación económica afectaba a sus nóminas, una situación que ha servido como caldo de cultivo para el negocio de los SMS y las llamadas a números de pago, según informa El País.
La televisión, un medio que depende casi en exclusiva de los anuncios para obtener ingresos, vio como la crisis reducía la inversión en el sector poniendo en peligro su supervivencia por lo que inventó este sistema que primero fue una forma de comunicarse con la audiencia para después evolucionar en un sin fin de concursos y subastas que exigen para participar el envío de un mensaje cuyo coste ronda los dos euros.
Sin embargo, la asociación de consumidores Facua advierte que muchos consumidores encuentran dificultades para darse de baja de estos servicios y son prisioneros de una interminable cadena que mensajes que desangran sus bolsillos, ya que hay sistemas que cobran incluso por recibir estas misivas.
Cada año los SMS comerciales copan casi un tercio del total, alcanzando los 5.000 millones de envíos, lo que se explica ya que muchas veces estos sistemas funcionan en base a seguir mandando misivas para incitar agresivamente que el usuario siga participando.
Este sistema de financiación ha sofisticado sus fórmulas y ha dado lugar a nuevos sistemas como el de las subastas inversas, donde el participante que gana es que establece la puja más baja, siempre que sea el único.
Esta nueva fuente de ingresos para las cadenas ha dado el salto desde los programas de madrugada hasta el prime time y con ello comienza la polémica de los límites que estos sistemas debieran tener, sobretodo ya que muchos de los participantes son menores que no tienen conciencia del gasto total en el que incurren.
(satcesc 10/03/09)