«Esta es mi barbería y aquí tengo mis reglas. Quiero sentirme como en casa y que mis clientes se sientan cómodos». Esto es lo primero que te dice Bob Van den Hoek cuando le preguntas por el polémico cartel que expone en el exterior de su barbería de Plaza Progreso de Palma. Ese cartel que reza, apoyándose en imágenes: «Yo puedo entrar» (hombre), «yo también» (perro), «yo no» (mujer).
Bob Van den Hoek es un holandés que lleva más de una década en España y que regenta Syndicate Barbers, que ofrece sus servicios exclusivamente a hombres en Mallorca desde 2013. Su barbería es un espacio de tranquilidad vintage donde los clientes pueden escuchar música jazz en discos de vinilo, charlar tranquilamente o beberse una copa de su brebaje favorito «sin mujeres o niños que puedan cambiar el ambiente o condicionar a los clientes». De ahí el cartel, que, como explica Bob, hizo su mujer, Ariela Schönberg (diseñadora) y «expresa la voluntad de preservar un espacio y un ambiente exclusivo para hombres».
A lo gentleman ingles, para qué ser menos.
Saludos . El Mundo