La italiana Giulia Quintavalle se proclamó hoy campeona olímpica de la categoría de -57 kilos de judo femenino, tras deshacerse en la final de la holandesa Deborah Gravenstijn por yuko.
En la final Gravenstijn, bronce hace cuatro años en Atenas, no pudo oponer resistencia ante la judoka italiana, que hoy logró su primer gran éxito tras haber sido quinta tanto en los pasados mundiales como en los últimos campeonatos de Europa.
En la lucha por el bronce la brasileña Ketleyn Quadros derrotó a la australiana Maria Pekli y la china Yan Xu venció a la francesa Barbara Harel, número dos mundial