Los cultivos transgénicos son organismos creados en el laboratorio con una técnica que permite insertar genes de bacterias, plantas o animales a cultivos como el maíz y la soya. A los transgénicos también se les dice Organismos Genéticamente Modificados (OGM). Estas técnicas permiten a los científicos saltarse la selección natural y la evolución,al intercambiar genes entre especies que naturalmente no podrían cruzarse. La ingeniería genética aplicada para la creación de transgénicos, “corta y pega” genes sin controlar dónde y cuántos se pegan en el organismo receptor y sin que se sepa qué efectos inesperados pueden provocar. Tampoco se sabe si estas construcciones transgénicas son estables o no.
Una vez que estas nuevas especies son liberadas al ambiente o a la cadena alimenticia, no hay manera de retirarlas. Dado que se desconocen los efectos a largo plazo que estos cultivos producirán sobre los ecosistemas y la salud humana, no deben sembrarse transgénicos ni usarse para la alimentación.