Fernando Alonso se dio una verdadera paliza en la primera de sus dos jornadas de entrenamiento en Jerez. El piloto de Renault completó 133 vueltas al circuito, con lo que cubrió prácticamente la distancia de dos grandes premios completos, lo que da una idea de su ritmo de trabajo.
El objetivo de Alonso, que saltó a la pista en cuanto se abrió la sesión, es, obviamente, valorar la competitividad del R29, puesta en duda desde que debutó en la pista. Se trata de extraerle todo el jugo al coche para saber si es fiable, qué falla y qué no y, a partir de ahí, saber verdaderamente dónde está.
En el debe hay que reiterar que el R29 es lento en relación a sus rivales. Fernando mejoró los registros marcados por su compañero de equipo, Nelson Piquet, pero volvió a ser quinto y último en la tabla de tiempos. Lo más negativo fue que el asturiano, cuya mejor vuelta fue de 1:21.307, se quedó a medio segundo de Sebastian Vettel, cuyo recién estrenado Red Bull también monta un motor Renault.
Alonso realizó tandas larguísimas para poner a prueba la resistencia del R29 en condiciones de carrera y no buscó, por tanto, tiempos de relumbrón. El más rápido del día fue Sébastien Bourdais, que estuvo en otra galaxia con un Toro Rosso con especificaciones de 2008, con lo que no hay que establecer comparaciones.
El actual campeón mundial, Lewis Hamilton, se quedó a más de dos segundos de Bourdais, aunque su McLaren también salió a la pista montando un alerón trasero de 2008. El registro del inglés tampoco es significativo, por tanto. Sí es destacable el tercer puesto de Vettel con el novísimo Red Bull. Hay que decir que todos los pilotos consiguieron sus tiempos en las primeras horas de la mañana y ya no pudieron mejorar el resto del día a pesar de que la climatología acompañó.