Este canon no es un robo, es una estafa
26 de junio de 2008. 15:06 h.- A través de Menéame llego a la página de Enrique Dans que recoge una factura de uno de sus lectores. En ella se detalla el cobro de 10 euros de canon por la compra de un tarrina de CD. Dans se apresura a calificar el canon (como concepto) de “robo” injustificado a los consumidores por parte de agencias como la famosa SGAE. Pero en este caso no estamos ante un robo, esto es una estafa.
El canon no se cobra en las tiendas. Nunca. Es una compensación que debe abonar el fabricante —ni siquiera el vendedor o el distribuidor-. El canon repercutirá al final en el consumidor porque los productos gravados subirán de precio para justificar lo que se destina a las entidades de compensación por derechos de autor, pero en ningún caso el canon debe cobrarse así, y menos en productos que están en las tiendas desde hace unos días, cuando el canon no estaba aún vigente y por los que los fabricantes no han tenido que pagar aún el gravamen. (Nota aclaratoria: en este caso se trata de una tarrina de CD supuestamente gravada con el canon de la LPI de 1994, aunque en la foto pequeña no se aprecia el texto. El canon actual tendría que ser inferior.) Esto es una estafa de un vendedor listillo, una de las muchas que se van a intentar llevar a cabo en los próximos días, aprovechando la confusión creada con el canon.
El canon es injusto por varias razones pero casi peor que tener un impuesto que justifique la copia privada —ojo, sigo leyendo en muchos sitios que el canon justifica el uso de redes P2P y la piratería. Esto no es cierto, el canon justifica las copias privadas de productos adquiridos legítimamente, son cosas diferentes- es tener a unos empresarios que deciden hacer caja y estafar a los consumidores con un tema que levanta ampollas en la sociedad. Ándese con ojo. Que no le cobren "el canon". Ya lo pagará más adelante, de forma más sutil.
el pais