La Asociación Europea de Operadores de Satélites (ESOA) desea que sea respetado el espectro radioeléctrico que sus socios tienen reservado y que no interfieran sistemas inalámbricos para, así, poder potenciar el uso de la banda ancha. Los socios no quieren que se permitan abrir ciertas bandas de frecuencias -hasta ahora, exclusivas del uso satelital- a sistemas inalámbricos, como el WiMAX porque éstos podrían perjudicar la continuidad de sus servicios. Es la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) el organismo responsable de otorgar y coordinar las posiciones orbitales y las diferentes bandas de frecuencia de los satélites.