De manera excepcional, Pekín abrirá su registro matrimonial los dos próximos fines de semana para que aquellas parejas que quieren casarse el afortunado 8 de agosto, día de la inauguración de los Juegos Olímpicos, puedan reservar plaza.
Miles de jóvenes parejas ansían dar el "sí quiero" esa fecha, propicia donde las haya debido a su concatenación de "ochos", número considerado de buena suerte en mandarín ya que su pronunciación se parece a la del verbo enriquecerse.
"Teniendo en cuenta que mucha gente no tiene tiempo para solicitar la fecha en persona durante los días laborables, decidimos abrir también los fines de semana", dijo Li Ziewi, director de la oficina de registro de matrimonio del Buró de Asuntos Civiles de Pekín, citado por la prensa estatal.
Hasta el momento, unas 8.000 parejas han reservado ya una plaza para desposarse ese día a través del registro especial creado por las autoridades ante la oleada de bodas prevista, y que el 8 de agosto madrugará para que las primeras puedan casarse a las 6 de la mañana.
La fiebre supersticiosa con el ocho y los Juegos Olímpicos no quedará restringida a los matrimonios sino también a los nacimientos: se calcula que unos 18 millones de bebés nacerán en China en este año olímpico, medio millón más que en 2007.