La lluvia cayó ayer sobre Pekín con la fuerza de un diluvio. El mismo chorreón que en forma de derechas demoledoras ahogó en la medianoche a Jurgen Melzer, que sintió cómo Nadal le endosaba un rosco en el primer set (6-0), redondeado en el segundo con 6-4. Hoy (13:00 horas) espera Novak Djokovic, santo y seña de su joven país.
El aguacero que azotó las pistas obligó a retrasar el inicio de la competición hasta las 19:40. El español salió en la medianoche y acabó a las 01:10. Melzer dormitó en la primera manga y, cuando se quiso espabilar, ya tenía campeando un 0 en su casillero.
Hoy tendrá enfrente en la semifinal a Djokovic, que venció a Monfils: 4-6, 6-1 y 6-4. Dos espíritus ultracompetitivos que ya han librado duelos en 13 ocasiones (9-4 para el español). La referencia más reciente es una victoria del serbio en la semifinal de Cincinnati. "Djokovic es junto a Federer el gran especialista en este tipo de pistas". La Central se quedará pequeña ante el poder magnético de Nadal. En el polo opuesto, Djokovic.
Medina y Ruano van lanzadas
Vivi Ruano y Anabel Medina supieron sufrir frente a las australianas Samantha Stosur y Rennae Stubbs a las que ganaron por 4-6, 6-4 y 6-4. La victoria les mete en cuartos de final que disputarán contra las estadounidenses Lindsay Davenport, de padre olímpico en voleibol y que se borró del individual por molestias, y Liezel Huber. "Le tenía mucho miedo al partido, porque estaban delante dos ex números uno de dobles. Pero hemos sabido sufrir para ganar", explicó Anabel, que vive en la nube olímpica en la que le ha instalado la madrileña, plata en los Juegos de Atenas en 2004. "Yo le digo a Anabel que con Paola Suárez me lo pasaba muy bien y que esto es un juego, que debe tener siempre la sonrisa en la cara", remacha la veterana de 34 años.