España renovó ayer el título de campeona de Europa por quinto año consecutivo al imponerse a Portugal (0-1) en un partido que dominó durante los 40 minutos, pero en el que tuvo que sufrir para acabar llevándose el trofeo.
En los primeros compases, España impuso su experiencia y encerró al equipo luso en su cancha, con dos llegadas de Ordeig y Pedro Gil en el minuto siete. La réplica de Portugal llegó en un contragolpe con el que Reinaldo Ventura sorprendió a los españoles, pero su lanzamiento salió rozando el poste. En la mitad del primer tiempo, el partido entró en una dinámica de varias oportunidades para los dos equipos con Pedro Gil como protagonista.
A falta de cinco minutos para que se llegara al descanso y tras un tiempo muerto del seleccionador portugués, Gual marcó cazando un centro al área, haciendo que el juego español se tranquilizara.
En la segunda parte, España salió mucho más afianzada y dura en defensa, lo que les llevó a recibir la primera tarjeta del campeonato. Al final, ni la dura defensa de los portugueses, con dos amarillas en el segundo tiempo, consiguió desconcentrar la magnífica defensa del equipo español, que sólo se vio superada por un penalti que atajó el guardameta Sergi Fernández en dos tiempos, y en un gol que se anuló en los últimos compases a Viana por altura de bola.
Al final, España se dedicó a controlar el partido y Portugal no pudo hacer nada por empatar ante el espectacular ambiente que se dio cita en el Palacio de los Deportes de Oviedo, y que apoyó al combinado nacional en la consecución de su quinto título consecutivo.