Junto a la Gran Muralla china, a 150 kilómetros de Pekín, José Luis Monterde lograba la victoria en el primer raid Transorientale, un sucedáneo del Dakar en Asia. El de Castellón ha sido el mejor durante los 16 días de competición y los más de 10.000 kilómetros entre San Petersburgo y la capital china. Monterde. Junto a su copiloto, Jean Michel Lurquin, a los mandos de un buggy Schlesser, acabó con más de dos horas de ventaja sobre el piloto francés Nicolas Gibon, que llevaba un Bowler.
"Es una carrera complicada, con terrenos muy variados y dificultades de todo tipo, que me recordó muchísimo a las primeras ediciones del Dakar en las que participé y en las que la navegación, el paso de dunas o la resistencia jugaban un papel más importante que ahora. Estas últimas etapas de arena en China han sido, sin duda, las más difíciles que he disputado en mi vida, con dunas inmensas y mares de arena blanda interminables", explicó el español