PARAÍSO PERDIDO
.
A través de los siglos,
por la nada del mundo,
yo, sin sueño, buscándote.
.
Tras de mí, imperceptible,
sin rozarme los hombros,
mi ángel muerto, vigía.
.
¿Adónde el Paraíso,
sombra, tú que has estado?
Pregunta con silencio.
.
Ciudades sin respuesta,
ríos sin habla, cumbres
sin ecos, mares mudos.
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Nadie lo sabe. Hombres
fijos, de pie, a la orilla
parada de las tumbas,
.
me ignoran. Aves tristes,
cantos petrificados
en éxtasis el rumbo,
.
ciegas. No saben nada.
Sin sol, vientos antiguos,
inertes, en las leguas
por, andar, levantándose
calcinados, cayéndose
de espaldas, Poco dicen.
.
Diluidos, sin forma
la verdad que en sí ocultan,
huyen de mí los cielos.
.
Ya en el fin de la Tierra,
sobre el último filo,
resbalando los ojos,
muerta en mí la esperanza,
ese pórtico verde
busco en las negras simas.
.
¡Oh boquete de sombras!
¡Hervidero del mundo!
¡Qué Confusión de siglos!
.
¡Atrás, atrás! ¡Qué espanto
de tinieblas sin voces!
¡Qué Perdida mi alma!
.
-Ángel muerto, despierta.
¿Dónde estás? Ilumina
con tu rayo el retorno.
.
Silencio. Más silencio.
Inmóviles los pulsos
del sinfín de la noche.
.
¡Paraíso perdido!
Perdido por buscarte,
yo, sin luz para siempre.
El ángel del misterio
.
Un sueño sin faroles y una humedad de olvidos,
pisados por un nombre y una sombra.
No sé si por un nombre o muchos nombres,
si por una sombra o muchas sombras.
Reveládmelo.
Sé que habitan los pozos frías voces,
que son de un solo cuerpo o muchos cuerpos,
de un alma sola o muchas almas.
No sé.
Decídmelo.
Que un caballo sin nadie va estampando
a su amazona antigua por los muros.
Que en las almenas grita, muerto, alguien
que yo toqué, dormido, en un espejo,
que yo, mudo, le dije...
No sé.
Explicádmelo.
Si mi voz muriera en tierra
..
Si mi voz muriera en tierra,
llevadla al nivel del mar
y dejadla en la ribera.
Llevadla al nivel del mar
y nombradla capitana
de un blanco bajel de guerra.
Oh mi voz condecorada
con la insignia marinera:
sobre el corazon un ancla
y sobre el ancla una estrella
y sobre la estrella el viento
y sobre el viento una vela!
El mar
..
El mar. La mar.
¿Por qué me trajiste, padre,
a la ciudad?
¿Por qué me desenterraste
del mar?
En sueños, la marejada
me tira del corazón.
Se lo quisiera llevar.
Padre, ¿por qué me trajiste
acá?