Así acabo la Final Four.
PARATHINAIKOS 73 -CSKA 71
A Zeljko Obradovic le llaman el zorro de los Balcanes y desde ayer también se le llama la bestia negra de Ettore Messina, ya que con el triunfo del Panathinaikos sobre el CSKA Moscú (73-71), el entrenador serbio derrotó por tercera vez al italiano en otras tantas finales de la Euroliga (una con el Virtus Bolonia, 2002, y dos con el CSKA, 2007 y 2009)Además, la leyenda de Obradovic crece temporada tras temporada convirtiéndose en el técnico de club más laureado del continente con siete Euroligas en su haber, logrando la quinta para la escuadra ateniense.
Después de que los griegos arrollasen al equipo de Messina -la mejor defensa del continente- en la primera mitad (48-28) tras un recital de Fotsis, Spanoulis (a la postre, elegido como MVP), Nicholas y Jasikevicius, era evidente que el CSKA no se iba a rendir. Era su cuarta final consecutiva y después de ganar las de 2006 y 2008 no olvidaba la derrota sufrida en 2007 en Atenas (93-91).Un triple de Jasikevicius -el tercero- abría el tercer cuarto (51-28) y espoleaba a los moscovitas. Langdon asumía la responsabilidad apoyado por Planinic y Smodis, para un parcial de 5-22 (56-50, m. 32).
Jasikevicius.El choque volvía a estar abierto, aunque Perperoglou abría de nuevo la brecha para los atenienses (65-52, m. 34).Messina lanzaba toda su artillería a la pista con Siskaukas como pieza clave y la ventaja se reducía a la mínima diferencia (72-71) a 10 segundos para el final del partido, Jasikevicius establecía el 73-71 tras fallar un tiro libre y con el crono a cero, Siskauskas fallaba el triple que podía haber dado la victoria a su equipo y que además llevaba a Saras a la cumbre europea al ser el primer jugador que lograba cuatro Euroligas con tres equipos distintos (Barcelona, Maccabi. dos, y Panathinaikos).
BARCELONA 95 - OLIMPIAKOS 79
El orgullo puso un digno final a la trayectoria europea del Regal Barcelona, con un claro triunfo sobre el Olympiacos griego (95-79), que no tuvo más premio que la final de consolación.Dieciocho victorias y cinco derrotas ha sido el balance barcelonista, empañado únicamente por cinco minutos finales desastrosos ante el CSKA que le apartó de la final.Xavi Pascual quiso que toda su plantilla jugase, mientras que Giannakis dejó fuera del acta a su estrella Childress y dosificó a piezas claves como Vujcic o Halperin, lo que desequilibró la contienda. Los azulgrana mandaron siempre en el marcador desde el inicio. David Andersen, el mejor jugador del partido, estableció la máxima ventaja culé (44-23, m.18), y tras un relajamiento que fue un espejismo (58-50, min. 24), acabó arrollando.