PREVIA EUROLIGA FEMENINA.

Hace 20 años, en el seno de la universidad de Salamanca, nacía un club femenino de baloncesto. Ese equipo, el Halcón Avenida, se encuentra a 80 minutos de ser el mejor de Europa. Lleva años siendo grande en España, donde es la principal alternativa de poder al Ros Casares, al que ha arrebatado una Liga y dos Copas. Ahora aspira a hacerse grande en el concierto internacional, donde su palmarés está por estrenar. Nada mejor que triunfar en una Final Four de la que es anfitrión.

“Es probablemente la ciudad de Europa donde el baloncesto femenino se vive con más pasión”, dice el gerente

Salamanca no piensa en otra cosa desde hace semanas. “Es probablemente la ciudad de Europa donde el baloncesto femenino se vive con más pasión”, dice Carlos Méndez, gerente del club. Por eso la afición ha estado haciendo largas filas para poder ver un acontecimiento histórico. Y por eso el Multiusos Sánchez Paraíso -el lugar de las grandes ocasiones, que sustituye al más reducido Wurzburg- estará a reventar. “Ya quisieran muchos equipos de ACB tener un ambiente como el que se vive en nuestra cancha”, continúa Méndez.

Para el Halcón Avenida es un sueño estar entre los cuatro mejores equipos de Europa. “Pero ya que estamos aquí no nos vamos a detener, ¿no? Hay que ser ambiciosos y albergamos esperanzas de hacer algo grande en la Euroliga, algo que por desgracia no es muy habitual para los equipos españoles”, razona su técnico, José Ignacio Hernández. Será el único salmantino en competición. “Como ganemos me hacen héroe de la ciudad”, bromea el entrenador, que pretende devolver a la afición parte de lo que les ha dado durante todo el año. “A principio de temporada era casi imposible imaginar que estaríamos aquí y, si lo hemos conseguido, es en parte por el apoyo de la gente”.


Lo primero que deberán hacer es superar al MKB Euroleasing húngaro (viernes, 20.30 h.). Parece asequible, que no sencillo. “Es un equipo muy joven y que juega bien, pero deberíamos imponer nuestro juego interior para demostrar que el esfuerzo que hizo el club para fichar a grandes pívots mereció la pena”, explica Hernández. Entre esos fichajes se encuentran Michelle Snow, la primera jugadora que hizo un mate en Europa, y Le’Coe Willingham. Pero no son su única arma. Los triples de Basko y De Mondt, el talento condensado y la magia de Silvia Domínguez y la garra de Isa Sánchez serán también decisivos.

Más difícil sería ganar la final. Por la otra parte del cuadro circulan dos transatlánticos rusos: el Spartak de Moscú, que pretende ganar su tercera Euroliga consecutiva, y el Ekaterimburg. Las apuestas dicen que de ese cruce saldrá el campeón. Argumentos tienen para ello. Entre los dos equipos se podría hacer un All Star. Cuentan con estrellas de la WNBA como Diana Taurasi, Laureen Jackson, Sue Bird, Penny Taylor y Cappie Pondexter. Para completar sus plantillas tienen a media selección rusa cada uno.

Sin embargo, el sueño del Halcón Avenida puede pesar más que presupuestos que duplican el suyo. “Bueno, estará difícil, pero en octavos ya le ganamos dos partidos al CSKA, que está casi al mismo nivel que ellos dos. Jugando colectivamente es difícil ganarnos y más en casa”, advierte el técnico local. Con la grada volcada parece que todo es posible. “La primera vez que jugué en Salamanca, fue como si ellas jugaran con seis, las cinco de la pista y toda su afición”, dice Laszlo Ratgeber, técnico del Spartak. En la mitad de las Final Four disputadas en la última década ganó el anfitrión. ¿Por qué no lo van a hacer las salmantinas? Sería el primer título español desde que en 1993 lo consiguiera el antiguo Dorna Godella.