RESULTADOS JORNADA.

Los hombres de Neven Spahija plantearon un encuentro serio en defensa y rápido en ataque, lo que permitió el lucimiento de Albert Oliver (que hoy cumplía cien encuentros con Pamesa) y Tornike Shengelia. Ambos estuvieron muy activos en las contras y protagonizaron momentos de brillantez.

Por contra, el cuadro que dirige Pablo Laso erró algunas acciones claras y tuvo dificultades para anotar bajo el aro. En pocos minutos ya perdía por seis puntos (15-9) y el Pamesa se permitió incluso adornos como los que protagonizaron Williams y Pietrus, con mate de espaldas al aro incluido por parte del francés.

Bruesa metió una marcha más en el inicio del segundo periodo, sobre todo para corregir los errores cometidos en el primero. Popovic y Marconato aparecieron en el partido y el conjunto donostiarra llegó incluso a liderar el marcador (23-24), pero Laso sentó al base serbio cuando cometió dos faltas y Spahija echó mano de Perovic y Oliver para recuperar el liderazgo (38-32).

Esta dupla de jugadores trajo de cabeza a la defensa del Bruesa y a su entrenador, Pablo Laso, que miraba constantemente el banquillo sin encontrar soluciones para frenar al pívot serbocroata.

En el inicio del tercer cuarto Pamesa alcanzó una diferencia de diez puntos (42-32), gracias en parte a la actuación de Perovic, que anotó cuatro canastas casi consecutivas, y el bloqueo anotador del Bruesa, que sólo fue capaz de sumar nueve tantos a su casillero.

Pamesa comenzó el último cuarto con una ventaja de quince puntos (llegó a tener diecisiete 53-36) pero Bruesa recortó distancias progresivamente hasta colocarse a seis (67-61) a falta de tres minutos para el final del encuentro.

Por desgracia para el equipo guipuzcoano, que anotó 25 puntos en en este último periodo, Pamesa no echó de menos a Gregory y Claver, baja de última hora por lesión, y tuvo en sus filas a los tres jugadores más inspirados de la noche, Oliver, Martínez (dos triples en el tramo final) y Perovic.

EFE | 15/03/2009

El equipo de Dusko Ivanovic, con poca gasolina y menos confianza, se estrelló a la hora de atacar en la sólida muralla bilbaína y encontró muchísimas dificultades para defender el juego abierto de los pívots Salva Guardia (17 puntos) y Damir Markota (14), autores de 6 triples entre ambos.

El excelente porcentaje de acierto del Iurbentia (18/28 en tiros de 2 y 12/31 en los de 3) fue la otra pata en la que se sostuvo el triunfo de los locales, que a pesar de su inferioridad física en la pintura dominaron incluso en la faceta reboteadora (36 por 32) a un Baskonia aturdido por la intensidad del juego de su rival

El partido arrancó según el guión previsto. Mickeal y Splitter imponían su poder y centímetros para dar las primeras ventajas a un Tau (10-15, m.5) que empezó a sufrir en su aro los primeros zarpazos desde el exterior de Guardia, Blums y compañía.

En un arranque que furia que continuó hasta el comienzo del segundo parcial, el Iurbentia estiró el marcador hasta el 24-17 (m.11). La reacción baskonista llegó de la mano de Teletovic y Splitter y el partido entró en un intercambio de golpes que duró hasta que entró en escena Markota.

El pívot croata, al igual que hace quince días frente al Real Madrid, dinamitó el partido en apenas siete minutos con 10 puntos, 3 rebotes y un espectacular tapón a Splitter que cargaron las pilas de sus compañeros y fueron como un puñal en el ánimo de los de Ivanovic.

Tras el descanso, el Iurbentia continuó muy enchufado y el Tau seguía incómodo, sin recursos ni dentro de la pista ni en el banquillo para frenar a un contrario que le llegó casi a sacar los colores a poco de entrar en el sprint final (67-48, m.29).

Le quedaba lo más difícil a los de Vidorreta, templanza y acierto para aguantar la embestida, y superaron con nota el examen. Lewis puso la experiencia y Seibutis la inspiración, mientras el Tau languidecía sin ser capaz de acercarse más allá de los siete puntos (79-72, m.38) antes de que se desatase la fiesta en el Bizkaia Arena.

Con este resultado, el equipo de Dusko Ivanovic ha encadenado su segunda derrota consecutiva tras perder el jueves en el Buesa Arena frente al Olympiacos en la Euroliga, mientras que el Iurbentia se aferra a sus opciones de alcanzar el ''play off'', recortadas tras la victoria del Manresa frente al Fuenlabrada.

Empecemos por el final, que esta casa se construye desde el tejado. El Real Madrid había sido tan superior que llegó a disfrutar de una renta de 19 puntos (33-52, min. 23) gracias a un triple de Hervelle. Pues bien, a ocho minutos del final, Robles situó al Murcia a sólo cuatro: 57-61. ¿Y? Y apareció Sergio Llull y firmó un último cuarto a lo NBA en el que anotó 17 de sus 21 puntos. Partido sentenciado y victoria sin brillo, pero victoria al fin y al cabo.

Cuesta entender que el Madrid sea capaz de irse y volver de los partidos con esa naturalidad. Salvo el 5-0 inicial, el Murcia siempre fue a remolque. Dean libraba con Bullock su duelo soñado -el escolta local ha reconocido que Sweet Lou es su ídolo- y el Madrid sacaba rédito a su fortaleza dentro. Ya al primer cuarto, dominaba por diez (13-23). A partir de ahí, Slanina fue el mejor socio de Dean en la anotación murciana, mientras que Hervelle anotaba desde lejos y Massey lo hacía desde cerca, con ese último paso hacia el aro que es su mejor credencial.

Hussein exprimía a su plantilla, mientras que Plaza repartía minutos ante lo que se avecina. Fue testimonial la entrada de Mirotic (sólo 19 segundos), no así lo de Winston, quien en dos minutos hizo más que en todo el tiempo que lleva en Madrid: dos canastas, un mate, un tapón... Y ahí llegó Llull, con 17 puntos del tirón, a la carrera, y con el triple apretado entre los dientes. Lebron Llull. Es capaz incluso de haber vuelto a Madrid corriendo.

EFE | 22/03/2009

El Real Madrid irá pleno de moral a Atenas, para medirse en cuartos de final de la Euroliga al Olympiakos, tras ganar en el último momento a un correoso Pamesa, aunque a costa de no dar mucho descanso a Bullock y Reyes.

El Real Madrid comenzó bien. Falló el primer ataque y aceptó la primera canasta, pero dos triples de Mumbrú y Hervelle le lanzaron. Una buena defensa y cierto atolondramiento del Pamesa ayudó a que la situación pintase favorable de inicio, 10-4 en poco más de dos minutos.

El Pamesa todavía no había aparecido, pero de la mano de Rafa Martínez y de Kosta Perovic fue igualando el marcador y el juego, también porque al Madrid se le acabaron las pilas de la defensa y el equipo taronja tapó los canales del ataque.

Aún así dos brillantes acciones de Bullock colocaron el marcador en 15-10. Ahí comenzó el ya habitual eclipse de los blancos, coincidiendo esta vez con la marcha al banquillo de Louis Bullock y Felipe Reyes, a los que su entrenador quería dar descanso.

En poco más de dos minutos el Real Madrid aceptó un parcial en contra de 0-11, y finalizó el primer cuarto con un complicado 16-21 en el marcador.

Los locales salieron con la intención de deshacer su error y un triple de Raúl López y una canasta de Van den Spiegel igualaron la contienda, dando la sensación, efectivamente, de que el equipo había aprendido de sus errores.

Sin embargo, el partido se metió en una fase de igualdad que ni Bullock ni el capitán Reyes pudieron enmendar, cuando su entrenador requirió sus servicios en el minuto 4, 24-26.

Nuevas dudas locales, permitieron al Pamesa marcharse con ventaja al descanso, 36-41, tras firmar un empate a veinte en el segundo cuarto.

Reyes abrió el marcador en la segunda parte, pero el Pamesa fue el que sacó los mejores dividendos al alcanzar la decena de puntos de ventaja tras un triple de Rafa Martínez.

Era el momento de tocar a rebato y seis puntos consecutivos de Hervelle, un dos más uno y un triple, invitaron al optimismo en las gradas. El partido volvió a estrecharse, pero el Real Madrid, muy fallón en los lanzamientos exteriores, hizo la goma en el luminoso, sin ponerse por delante en ningún momento.

Por el contrario, aceptó una nueva diferencia máxima en el marcador de 14 puntos, 48-62 a poco más de un minuto para el final del tercer cuarto.

Perovic era demasiado alto para Felipe Reyes y Van den Spiegel no tenía la contundencia necesaria para frenar al pívot serbio. Por ahí empezaban los problemas del Real Madrid y por la falta de acierto en el tiro. Todo lo contrario de un Pamesa muy aseado en todas las parcelas del juego. Pese a todo el Real Madrid consiguió acabar el cuarto en la barrera psicológica de los diez puntos, 53-63.

Dos rápidas canastas de Llull, que no había ''aparecido'' antes, y de Van den Spiegel en menos de un minuto y un cambio defensivo a zona del Madrid, que despistó al Pamesa obraron el cambio. 59-63 y mucho partido por delante.

A 4.30 para el final el Real Madrid se puso a un punto, 67-68 y un triple de Mumbrú logró que el Madrid se pusiera por encima en el marcador después de muchos minutos, 70-68. Un robo y contraataque de Van den Spiegel puso el 72-68.

El Pamesa no quiso tirar la toalla ni todo el trabajo realizado, pero el Madrid demostró que tiene más experiencia a la hora de gestionar finales apretados y acabó ganando por 80-76.

EFE | 22/03/2009

El ViveMenorca cosechó un nueva derrota, esta vez ante el MMT Estudiantes (70-75), que le deja a las puertas de la liga LEB, mientras que los madrileños toman aire en un partido en el que se mostraron como un equipo compacto.

Los de Imbroda volvieron a repetir otra mala actuación en un partido que era vital para la permanencia. Su equipo se fue abajo a partir del segundo cuarto, en el que mostró de nuevo una falta de competitividad y de recursos alarmante que le sirvió para acercarse al descenso.

Como era previsible entre dos viejos conocidos la igualdad reinó en el primer cuarto. El respeto hacia unos y otros presagiaba un partido cargado de emoción. El pívot francés del ViveMenorca, Weis, abrió el electrónico con un mate, aunque pronto los estudiantiles se dejaron notar con un Rancik y Brewer en la faceta anotadora.

Así, con un corto 13-16 se alcanzó el final del primer tiempo en el que destacó la intensidad de los dos equipos y la aportación de Weis por el ViveMenorca, autor de 6 puntos y 4 rebotes.

En el segundo tiempo, los menorquines, de nuevo, hicieron gala de su habitual falta de competividad que aprovechó el MMT Estudiantes para dar un latigazo en el marcador y marcharse de 9 puntos (24-33).

El equipo de Casimiro ajustó bien su defensa, lo que permitió, desde la misma, acciones de contraataques que desarbolaban a los de Imbroda, que se derrumbaron y no tuvieron poder de reacción.

En estas, el argentino Jasen fue el revulsivo de su equipo para llegar a los vestuarios con 12 puntos de ventaja (24-36). Los madrileños se fueron al descanso con 16 rebotes defensivos por 9 de los de Mahón, de ellos sólo dos ofensivos.

Tímida reacción

El tercer cuarto se inició con una tímida reacción local en la que Weis se convertía en el máximo anotador del ViveMenorca. Poco a poco, los menorquines volvieron a meterse en el partido acercándose al equipo estudiantil con un parcial de 12-2, en el que Burtt y Weis eran los referentes de los insulares. Llegaron al final de este período con 45-49.

Los últimos diez minutos fueron épicos. Los locales querían seguir con la remontada y el "Estu" quería administrar sus cortas ventajas. Udrih lideraba a los suyos con 20 puntos, ayudado por Granger. A todo ello, el ViveMenorca nunca daba su brazo a torcer teniendo arrestos para parar a los madrileños a base de carácter y empuje. Los de Imbroda, como lo hicieran ante el Alta Gestión Fuenlabrada, se armaron de valor y se acercaron a 2 puntos (58-69) tras un triple de Burtt a 3 min. para el final.

Aunque se llegó al empate a 62, los insulares, incomprensiblemente sin Weis, se mostraron impotentes ante la sobriedad de un MMT Estudiantes que acabó el partido con la satisfacción del deber cumplido consiguiendo una meritoria victoria (70-75) que le permite mirar el futuro con optimismo. Por contra, esta derrota del ViveMenorca puede suponer el adiós a la ACB tras cuatro años de peregrinar por ella, y es que, filtrear con el descenso no siempre acaba bien, aunque todavía tienen que jugar 6 partidos, pero en esta línea será difícil mantener la categoría.

Al término del partido, José Luis Sintes, presidente del ViveMenorca, se mostró muy duro con su equipo "muchos jugadores no tienen orgullo" aunque señaló al croata Marino Bazdaric como cabeza de turco, y añadió "los que crean que esto no se saca adelante vale mas que lo dejen" refiriéndose a los jugadores que prepara Imbroda.

EFE | 22/03/2009

En un partido de récord entre el Ricoh Manresa y el Regal FC Barcelona, la fe del equipo pequeño pudo más que el poderío de un conjunto repleto de talento en un partido en el que los del Bages se impusieron por 122-117 después de cuatro prórrogas.

Un partido increíble que se llevó el equipo que menos se jugaba. El Manresa suma ya 13 victorias y se consolida en la octava posición de la clasificación, olvidándose ya de la permanencia.

Los primeros puntos del partido fueron para un Fran Vázquez muy atento y sólido (0-4, m. 2). Dos canastas que el Manresa solventó con un triple de Diego Sánchez que costó en llegar (3-4, m. 3).

La presión fue máxima desde el primer momento y los ánimos se caldearon especialmente cuando García Ortiz pitó una falta técnica al banquillo del Manresa. Con los tiros libres, Navarro situaba el 4-12 en el marcador.

Una diferencia que el mismo jugador amplió hasta los 10 (4-14, m. , la máxima del partido. Al final del cuarto la ventaja del Barça era de 7 puntos (14-21, m. 10).

Pero el Manresa tenía claro que podía superar a un Barça que no estaba mostrando su mejor juego. Trabajando mucho en defensa y aprovechando sus opciones en ataque, el Manresa consiguió empatar por primera vez el partido (35-35, m. 19), gracias a un espléndido Guille Rubio (que acabó con 34 puntos y un 37 de valoración).

El Manresa se daba por contento de llegar al descanso en tablas (37-37) y dejar al Barça con malas estadísticas, por ejemplo, en los triples (1 de 12, en 20 minutos de partido). En cambio los de Xavi Pascual se preocupaban porque no habían sido capaces de imponer su presupuesta superioridad.

A la vuelta del descanso, la igualdad continuó siendo máxima y además el Manresa perdía a uno de sus hombres más importantes, Josh Asselin, que se sentó en el banquillo lesionado y ya no volvió a jugar.

Al final del cuarto, el Ricoh dominaba de solo 1 punto (55-54, m. 30). En el cuarto, cuarto, el Ricoh por primera vez cogía cierta diferencia gracias al buen hacer de Tuky Bulfoni en el tiro. A falta de 2,41 para acabar el, en principio, último cuarto los del Bages dominaban de siete (69-62, m. 38).

Guille Rubio volvió a mostrarse muy eficaz y a falta de 32 segundos dejaba el marcador en 71-65, 6 arriba. Xavi Pascual solicitaba tiempo muerto y a la vuelta Basile la clavaba de tres. Tuky Bulfoni falló dos tiros libres vitales y con un triple Navarro empató a 71 (m.40).

En la primera prórroga, el Barça empezó mandando, pero el Ricoh no se desenganchaba. El empate fue obra de Bulfoni, con una gran canasta que dejaba el marcador a 81 y a por la segunda prórroga.

En los siguientes cinco minutos extra, un gran Navarro daba a entender que la lógica acabaría imponiéndose. No fue así, Navarro falló un tiro libre, a falta de 10 segundos y Ibaka volvió a empatar el partido (93-93, m. 50).

En la tercera prórroga, el Ricoh se ponía por delante con una ventaja gracias al acierto des de los tiros libres de Guille Rubio de 6 puntos (101-95, m. 53). Esta vez, la remontada para el Barça era obra de Fran Vázquez (muy grande, consiguió 45 puntos de valoración) con una jugada de 2+1 y Lakovic con un triple (101-101, m. 54).

El empate que forzó la nueva prórroga fue obra de Lubos Barton con una canasta a falta de 6 décimas que dejaba el marcador 108-108. Se confirmaban los récords.

Empezaba la cuarta prórroga y el Barça ya no tenía Navarro que acaba de ser eliminado por cinco faltas personales. Esta vez el equipo de Xavi Pascual ya no fue capaz de ponerse por delante en ningún momento.

El Manresa, sin duda, era el que luchaba con más ganas por llevarse la victoria. Muestra de ello fue, por ejemplo, el tapón que Javi Rodríguez le endosó a Basile.

Al final, la diferencia quedó en 5 puntos (122-117) y para siempre en la memoria de la afición manresana una de las victorias más épicas de su equipo.

EFE | 29/03/2009

El Kalise Gran Canaria se clasificó matemáticamente para las eliminatorias al título de la ACB al vencer al Real Madrid por 72-68, tras un completo encuentro de los pupilos de Salva Maldonado, quien ya atesora cien triunfos con los amarillos.

En el partido 300 en la ACB del técnico catalán -200 de su capitán, Sitapha Savané-, el conjunto canario buscó desde el pitido inicial alargar hasta doce la racha de triunfos en Gran Canaria y, con una afición entusiasta y entregada, logró una victoria de pedigrí, la séptima que consigue en la Isla ante los madrileños.

Un triple de Jim Moran avisó de las intenciones de un Kalise atrevido en la ofensiva, que controló el partido mientras tuvieron minutos de cancha los teóricos suplentes del técnico Joan Plaza (12-11).

Con la entrada en la pista de Raúl López, Axel Hervelle y Louis Bullock, el Real Madrid exhibió todo su potencial y pasó a dominar con acciones del escolta estadounidense, quien anotó un parcial 0-6 (12-17).

El Gran Canaria pudo recortar la desventaja con una canasta de Melvin Sanders en el último segundo, que fue protestada por los madrileños al entender que llegó fuera de tiempo.

El segundo cuarto comenzó con mayor protagonismo madridista, pero un triple de Sanders y una canasta bajo el aro de Savané volvieron a meter al Kalise en la lucha (20-21).

Luego, un lanzamiento desde los 6,25 metros de Mario Fernández igualó el choque a 23 puntos y, más tarde, otro de Moran supuso la mayor renta del equipo amarillo en el periodo (30-27).

Posteriormente, Jeremiah Massey anotó un triple contra tablero y devolvió las tablas al electrónico, pero Joel Freeland pudo firmar el triunfo al descanso con un certero gancho (34-32).

En la continuación, el Gran Canaria volvió a deleitar con un perfecto juego colectivo, primero con acciones de Savané y Augustine, y luego con canastas de su estrella, el canadiense Carl English -hoy más apagado-, quien colocó un esperanzador 46-38, tras robo y triple.

A falta de dos minutos, el Kalise dispuso de una renta de doce puntos con una jugada del ex madridista Josh Fisher (54-42).

Plaza pidió intensidad a sus jugadores y éstos respondieron con un parcial 9-0 (54-51), pero su adversario dosificó la renta y administró la ansiedad para controlar las acometidas de un Real Madrid que buscaba una y otra vez a Felipe Reyes.

Bullock devolvió la igualdad con un gran final de partido (68-68), pero el Centro Insular fue una olla a presión y el Gran Canaria fue llevado en volandas. Savané, el más valorado del choque, asumió los galones de capitán y guió a sus compañeros a un histórico triunfo: 72-68.