Oí tu lágrima caer anoche
sobre el universo
y la sentí bañar mis huesos.
Oí tu llanto y estas tan lejos.
Nos separan oleaje de llanto,
marejadas de nubes y lamentos.
Y sentí tu llanto
en cada fibra de mi cuerpo.
Anoche oí tu lágrima
resbalando por calles y conventos.
Tus ojos se nublaron,
te encegueció el llanto,
y un sollozo ahogó tu pecho.
Lo oí a leguas de distancias
y a millas de remordimiento.
Tú inconsolable
y yo separada de ti,
de tu universo.
Anoche oí tu lágrima
componer un verso.
Adonde irás poeta mio,
trovador solitario,
niño hueco.
Adonde vas,
sin alegría,
sin esperanza,
sin cielo.
Anoche oí tu lágrima
teñir el universo