Esto lo he puesto alguna que otra vez y hoy te lo quiero dedicar a tí exclusivamente:
EL VALOR DE UNA SONRISA
No cuesta nada,pero crea mucho.
Enriquece a quienes la reciben, sin empobrecer a quienes la dán.
Ocurre en un abrir y cerrar de ojos y su recuerdo, dura a veces para siempre.
Nadie es tán rico que pueda pasarse sin ella, ni tán pobre que no pueda enriquecerse por sus beneficios.
Crea la felicidad en el hogar, alienta la buena voluntad en las personas y es la contraseña de los amigos.
Es descanso para los fatigados, luz para los decepcionados, sol para los tristes y es el mejor antídoto contra las preocupaciones.
Pero no puede ser comprada, pedida, prestada ó robada, porque es algo que no rinde beneficio a nadie, a menos que sea brindada espóntanea y gratuitamente.
Y si en la extraordinaria circunstancia de un determinado momento, alguno de nuestros foreros está demasiado decepcionado para daros una sonrisa suya,
¿PODEMOS PEDIRTE A TI QUE LE DEJES UNA SONRISATUYA?
Porque nadie necesita tanto una sonrisa como aquél a quien no le queda ninguna para dar.
!! SONRIE !!
muchas gracias por tus animos,y para ti dedico una gran sonrisa y un gran abrazo,eres genial
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buenas unamigo esa te la lei hace muchas lunas te acuerdas en el otro foro para el general cuando akella movida te acuerdas
Claro que me acuerdo vero, te voy a contar porqué siempre que veo a alguien triste la pongo.
Hace bastantes años estaba dando clase de 1º de Empresariales y noté que una de mis alumnas tenia lágrimas en sus ojos y la compañera trataba de animarla, por aquel entonces coincidió que estaba layendo un libro y lo tenia en el cajón de la mesa, paré la clase, saqué el libro y leí el capitulo de "El valor de una sonrisa", cerré el libro y sin comentar nada seguí con mi clase (de Matématicas). Noté como la chavala sonreia y prestó atención a la clase. Al terminar la clase me pidió prestado el libro, se lo dejé y al devolvermelo me dijo que tanto a ella como a su padre le habia gustado mucho y que se lo habian comprado. Por supuesto me dió las gracias por haberle leido ese capítulo.
Desde entonces, le hice un marco y lo colgué en el aula y cada vez que veo a alguien triste, si puedo, le dejo que lo lea.