"El cambio climático es un hecho", dice un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Por eso los países del Norte invierten fuertes sumas de dinero en infraestructura para prevenir desastres mientras los del Sur todavía no se enteraron de lo que vendrá. En el medio, cientos de jefes de estado, científicos y militantes asistieron a la Cumbre del Clima de Naciones Unidas en Copenhague donde todo fue un rotundo fracaso.Publicación ECO (La Pampa - Argentina). “Las emisiones acumuladas del pasado son los responsables del cambio climático de hoy”, dice un informe del Programa de las Naciones Unidas (PNUD)*. 7 de cada 10 toneladas de dióxido de carbono (CO2) emitidas desde comienzo de la era industrial fueron originadas por unas pocas naciones industrializadas.
En los últimos decenios, sólo Estados Unidos es el responsable de una quinta parte de esas emisiones. La “responsabilidad histórica” se reparte además, entre otros países como China, India, Japón y la Federación Rusa que juntos acumulan el 50% del total. Los países desarrollados tienen apenas el 15% de la población mundial, pero liberan el 45% de las emisiones de CO2. En contrapartida, el conjunto de naciones con ingresos bajos que abarcan el 35% de la población mundial, apenas liberan el 7% de CO2.
Si todos los habitantes de la Tierra generáramos la misma cantidad de gases de efecto de invernadero que el promedio de una persona que vive en Estados Unidos o Canadá se necesitarían nueve planetas para absorber esa cantidad de CO2.
Adaptarse a lo inevitable
Según los pronósticos más optimistas, el mundo se enfrenta a profundos cambios como consecuencia de los actuales niveles de emisiones. Naciones Unidas señala que para evitar el cambio climático peligroso, las naciones desarrolladas deberían reducirlas en por lo menos un 80%, con una reducción de un 30% de aquí al 2020 y un 20% más antes del 2050. Hasta los más optimistas reconocen que son valores inalcanzables, por lo menos en el corto plazo.
El costo para poder arribar a esta meta es del 1,6 del PBI mundial/anual. “Sabemos que no es una inversión menor, pero representa menos de dos terceras partes del gasto militar mundial”, dice el PNUD.
Con el antecedente de eventos similares a la reunión de Copenhague, el mundo científico y hasta algunos sectores de la clase política comienzan a pensar en un “nuevo planeta” de altas temperaturas: “La planificación de las actividades de adaptación al cambio climático es una industria en auge en los países desarrollados”, dice el Informe del PNUD. “Gobiernos nacionales, organismos de planificación regional, gobiernos locales, autoridades municipales y empresas aseguradoras están trabajando en la elaboración de estrategias de adaptación".
Los ejemplos son variados. La industria del ski en Europa está preocupada porque el aumento de 1°C llevará a que las nieves alpinas se retiren varias semanas antes. Por eso las empresas suizas invierten grandes sumas de dinero en máquinas que fabrican nieve artificial.
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