Con la temporada ya empezada, la Unión Ciclista Internacional (UCI) va a pedir a su Comisión de Licencias la retirada del World Tour del Astana Team, el equipo que lidera Vincenzo Nibali, por su oscura política antidopaje, que le llevó a tener cinco positivos en su estructura en 2014, y por su implicación en el Caso Padua. El órgano rector del ciclismo ha tomado esta decisión tras estudiar las conclusiones de una auditoría.
Brian Cookson, el presidente de la UCI, había repetido varias veces que el Astana estaba sólo “en libertad condicional”, hasta que se conociera el resultado de la auditoría encargada al Instituto de Ciencias del Deporte de la Universidad de Lausana (ISSUL). Después de los escándalos que salpicaron a la escuadra en 2014, la formación kazaja había recibido la licencia World Tour a la espera de este estudio, que “fue una de las condiciones vinculadas a la inscripción del equipo”, recuerda la UCI.
“Después de una cuidadosa revisión de este extenso informe, la UCI está firmemente convencida de que contiene argumentos de peso para llevar el caso a la Comisión de Licencias y solicitar que la licencia del Astana Pro Team sea retirada”, dice el comunicado del máximo órgano del ciclismo. “La UCI considera que la auditoría de la ISSUL ha revelado, entre otras cosas, una gran diferencia entre las políticas y estructuras que el equipo presentó en diciembre y la realidad sobre el terreno”.
A las conclusiones de la auditoría se une que “las autoridades italianas han facilitado a la UCI las partes de la investigación de Padua que han sido autorizadas a compartir”, que afectan a miembros del equipo Astana, que aparecen vinculados con el médico Michele Ferrari. En la misma nota, la UCI añade que no hará “más comentarios hasta que la Comisión de Licencias haya emitido su decisión”.
Durante la pasada temporada dieron positivo con EPO los hermanos Iglinskiy, Maxim y Valentin, ambos de la plantilla World Tour. El mismo camino siguieron tres ciclistas de su segundo equipo con anabolizantes: Ilya Davidenok (22 años), que llegó a correr con la primera escuadra en agosto; Victor Okishev (20) y Artur Fedosseyev (20). El mánager del Astana, Alexander Vinokourov, decidió entonces cerrar la formación Continental y despedir a su director Dimitri Sedoun. El propio Vinokourov tiene antecedentes de dopaje, un positivo por autotransfusión en el Tour de Francia 2007, y está imputado por la presunta compra de la Lieja-Bastoña-Lieja 2010 a Kolobnev.
La formación kazaja pertenece al Movimiento por un Ciclismo Creíble (MPCC), una asociación que se autoimpone medidas más duras que el propio Código Mundial Antidopaje, por lo que se autosuspendió el año pasado para el Tour de Pekín, la última carrera del World Tour 2014.
Si la Comisión de Licencias confirma su expulsión del World Tour, como todo apunta, el Astana tiene la puerta abierta de un recurso al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS). El Katusha ya utilizó esta vía en 2013 y logró que la licencia le fuera devuelta. Entre los ciclistas afectados por esta medida de la UCI se encuentran dos españoles: Mikel Landa y Luis León Sánchez.