Ayer, día de prevísperas del Tour de Francia 2008, la jornada empezó muy pronto para la gran mayoría de los participantes, antes de las ocho de la mañana. A esa hora, los elegidos en la primera tanda (hoy habrá otra) ya estaban listos en los salones de sus respectivos hoteles para pasar los controles sanguíneos (Valverde, por ejemplo, también pasó uno de orina) ante la organización.
Por primera vez no fue la Unión Ciclista Internacional la encargada de realizarlos. La ruptura de relaciones entre ASO, la empresa que organiza el Tour de Francia, y la UCI ha motivado que este organismo no esté presente en Brest.
La AFLD. Fueron los médicos de la Agencia Francesa de la Lucha contra el Dopaje (AFLD) los que visitaron a los ciclistas. "Ha sido un caos", dijo un director deportivo español. "Para nueve corredores hemos estado más de dos horas", insistió. Desde la AFLD se defiende que estos controles no van a impedir tomar la salida a nadie (sin haber un positivo) pero sí que van a centrar los nombres de los corredores que pueden tener niveles sanguíneos "sospechosos".
El Tour ya ha filtrado que se van a producir controles "dirigidos" durante las tres semanas de competición, muchos de ellos a media tarde y otros en las mañanas de las etapas decisivas, para cazar cualquier tipo de dopaje. Esta iniciativa tiene el beneplácito de la Federación Francesa de Ciclismo que, gracias a un reglamento de la UCI, tiene la capacidad para impedir la salida de un ciclista en una etapa si detecta valores anómalos en hematocritos, hemoglobina y reticulocitos ya que, como novedad, el afectado podrá conocer inmediatamente el resultado del contraanálisis.
En términos estrictos de carrera, el Tour ha tenido que recurrir a jueces de la federación gala para que ejerzan como comisarios y controladores del pelotón y de la carrera en general. No hay rastro de la UCI en este Tour pese a que los grandes equipos participantes luzcan su logotipo del UCI Pro Tour bien grande en sus coches, autocares y camiones.
No obstante, durante el acto de presentación de los equipos Christian Prudhomme, director del Tour, evitó toda referencia al dopaje, queriendo dejar la sensación de que en esta edición, tras los borrones, empieza una cuenta nueva. Prudhomme animó a los aficionados a "aplaudir a estos 180 héroes que toman la salida en el Tour". "Sin vosotros no hay futuro", dijo al público.