Paris-Niza 2009

1ª Etapa...

Contador arrasa

Alberto Contador no competía en Francia desde julio de 2007. En estos 19 meses sólo pisó el país vecino para recibir dos Bicicletas de Oro como mejor ciclista mundial de 2007 y 2008. El veto al Astaná, por anteriores escándalos de dopaje, le impidió el año pasado defender su título en el Tour y en la París-Niza, que también ganó en 2007.

En su retorno a Francia volvió al mismo sitio de su despedida: al podio. Victoria en la contrarreloj que abría la París-Niza y primer líder. Una crono que no se presentaba muy favorable: corta (9,3 km), llana y con un piso mojado y peligroso que no invitaba a riesgos. Pero este chico no para de sorprender. Nueve segundos de ventaja sobre el británico Bradley Wiggins, doble campeón olímpico de persecución, individual y por equipos. Todo un especialista, como su compatriota David Millar (5º, a 14s). Tercero fue su amigo y ahora rival Luis León Sánchez.

Progresión.

Contador aprovechó la concentración de California para estudiar mejoras en su rendimiento en las contrarreloj, corrección de posesión en la bicicleta y nuevos materiales. Sin embargo esas innovaciones, encaminadas a arañar más segundos en el Tour, todavía no están a su disposición. La clave de esta progresión en las cronos (también ganó la del Algarve) la explica Alberto en un intenso y fuerte trabajo invernal. Muchas horas sobre la cabra para acostumbrarse a mantener durante más tiempo el tope del umbral de su esfuerzo.

Es un campeón a la vieja usanza. Mira al Tour, pero no se pasea en ningún lado. Lo quiere todo. Ha ganado las cinco últimas vueltas por etapas en las que ha participado (Castilla y León, País Vasco, Giro, Vuelta y Algarve). Si vence en esta París-Niza completará un año de imbatibilidad.

No será fácil. La Carrera hacia el Sol reserva (si se cumple el guión tradicional) cuatro jornadas de mal tiempo (a veces infernal) por recorridos propicios para las emboscadas. Y tres etapas finales de montaña, con dos finales en alto. Contador lo conoce bien, ya es la quinta vez que participa en esta carrera.

Sylvain Chavanel (30-06-1979) fue considerado durante muchos años como la gran promesa francesa, la esperanza para volver a conquistar el Tour. Las tres semanas de competición o la presión de la etiqueta le impidieron demostrar sus cualidades de corredor todoterreno. Sin embargo, el año pasado explotó al aprovechar sus virtudes en pruebas de un día o una semana: etapas en París-Niza, Volta y Tour de Francia, clásicas belgas como A través de Flandes y Brabante, y su tercer campeonato nacional contrarreloj.

Ayer, Chavanel consiguió su segunda victoria en la París-Niza y le birló a Contador el maillot de líder y a Flecha el triunfo parcial. A falta de unos 50 km para meta, Rabobank impuso un ritmo brutal que, con ayuda del viento, hizo añicos el pelotón. Langeveld, Tankink, Tjallingii, Flecha y Gárate reventaron el grupo. Sólo Chavanel, de los favoritos a la general, se marchó con ellos. Contador se quedó cortado en un segundo grupo, pero en un ramalazo de orgullo intentó conectar sin suerte con los escapados. En la clasificación, cinco españoles figuran ahora entre los diez primeros: Gárate, segundo; Flecha, tercero; Contador, sexto; Luis León, séptimo; y Colom, décimo.

El ciclista español Alberto Contador (Astana) recalcó hoy tras la quinta etapa de la París-Niza que espera encontrarse "bien" mañana, con el final en la Montaña de Lure, porque recordó que "es el día que puede haber más diferencias".

"Lo que espero es simplemente encontrarme bien, porque es el día en el que puede haber más diferencias. Será una etapa bonita de ver para los aficionados y espero que tanto mi equipo como yo mismo podamos salir beneficiados", deseó Contador.

Además, el madrileño subrayó que necesitan "distanciar" al líder, el francés Sylvain Chavanel (Quick Step), "lo mismo que a Gárate (Rabobank), que parece estar bastante bien". "Luego hay una serie de corredores a poca distancia, como Colom (Katusha), Luis León Sánchez (Caisse) e incluso Samuel Sánchez (Euskaltel), que nos pueden dar guerra, incluyendo también a Schleck (Saxo Bank) y los demás, salvo algún descarte que ya se ha producido", advirtió.

Sobre la jornada de hoy, el de Pinto confesó que había sido "la más tranquila" de esta París-Niza. "Teníamos un puerto de salida y, en cuanto se ha hecho la fuga, el pelotón se ha dedicado durante todo el día a mantener las distancias. La escapada caminaba bastante, por lo que siempre se ha ido a un ritmo rápido en el pelotón, pero se iba cómodo en los puertos", comentó al respecto.

De todos modos, Contador reconoció que al final tuvo que esforzarse un poco más junto a su equipo "para controlar el tiempo de la escapada", y, además, mostró su alivio porque la caída de su compañero, el portugués Sergio Paulinho, no fuese nada grave. "Parece que no le ha afectado demasiado. Tiene golpes, pero por el momento está bien", aclaró.

Unos podrán decir que la pájara que ayer sufrió Alberto Contador a 4 kilómetros de la meta de Fayence le vino bien de cara al futuro para llevar mejor las carreras y dosificarse bien. Otros se aferrarán a que el madrileño se lo tiene merecido por no querer entrar en los relevos con un Luis León Sánchez, que en la etapa de ayer demostró estar a un ritmo impresionante. Pero pocos nos paramos a pensar en la emocionante semana que se ha vivido con la París-Niza, que de nuevo, ha tenido acento español en el podio final y ha sido agitada por los nuestros en gran parte de las etapas. Aunque el premio final del maillot amarillo recayó en el ciclista del Caisse D'Epargne, bien pudo ser propiedad de Alberto Contador (Astana) o Antonio Colom (Katyusha), que vive un gran estado de forma.

A priori, el murciano se montaba esta mañana en la bicicleta con muchas opciones de enfundarse el jersey amarillo ya que gozaba de una ventaja mayor a un minuto del francés Sylvain Chavanel (Quick-Step), que en esta ronda se ha desfondado como el que más. Y Contador esperaba tener sus opciones pero a 1:50 de su ex compañero y con una etapa tan corta (119 kilómetros), la tarea iba a ser complicada. La única opción era atacar en el primer puerto de primera categoría situado a 70 kilómetros de meta para ir abriendo brecha en las dos siguientes ascensiones.

Pero Contador, lejos de venirse abajo por lo de ayer, el último ganador del Giro y Vuelta se colgó de la bicicleta desde el primer kilómetro desprendiendo adrenalina y se llevó consigo a otros tres corredores que fueron cayendo uno a uno. Por detrás, el Caisse D'Epargne trabajó duro en el pelotón y fue en el Col d'Eze cuando esta edición de la París-Niza se resolvió para el murciano, con una exhibición de sangre fría y controlando en todo momento la carrera. La etapa se disputó al sprint entre Colom y Contador, con suerte para el balear.

En una etapa con salida y llega en Niza, los primeros movimientos, obviamente, llegaron de la mano de Astana y como era previsible Alberto Contador saltó en la primera ascensión al Col de la Porte. El reventón del de Pinto, junto a los dos pinchazos de Luis León, hizo que el madrileño le metiera más de dos minutos al del Caisse D'Epargne. Junto a Contador se unieron Casar (Francaise des Jeux), Taaramae (Cofidis) y García López (Caisse D'Epargen), que no sabía si seguir tirando con los escapados o esperar ya a su compañero Luis León para lanzarle. Más tarde se unió a la fiesta Aitor Hernández (Euskaltel).

A la espera del gran plato fuerte del día, el puerto de La Turbie, Contador aprovechó los 30 kilómetros que hay entre ascensión y ascensión para alimentarse y así, no caer en la misma trampa de ayer, con la intención de bailar de la mejor forma posible en el puerto de primera categoría. Los relevos todavía eran buenos entre los cinco de cabeza, pero el Caisse D'Epargne se puso serio en el pelotón y comenzó a arañar segundos con facilidad y consiguió descender el crono hasta los 15 segundos.

Escapada prácticamente desbaratada en los inicios de las rampas de La Turbie y volver a empezar. Luis León volvía a sentir el olor del maillot amarillo y los aficionados al ciclismo volvían a apasionarse por un deporte menos robotizado, capaz de regalar un final de etapa con cualquier desenlace. Pero cuando llegaron las primeras cuestas, el grupo de cabeza, con Contador al frente, comenzó a crecer del mismo modo que lo hacían los segundos de ventaja. Este incremento de ritmo dejó herido a Aitor Hernández, primero, y a Taaramae después.

El Col d'Eze, juez de la carrera

Por detrás, Pereiro se encargaba del trabajo sucio en el pelotón sin conseguir las rentas deseadas y al término de la ascensión, la desventaja del grueso era cercana a un minuto. Todo se iba a decidir en el Col d'Eze. Por delante, Contador y Casas se daban buenos relevos y el tercero en discordia, García López, esperaba detrás sin entrar en la colaboración. Ya en las exigentes rampas, Casas cedió a primeras de cambio y García López hizo lo propio unos metros después. Contador estaba dando otro recital, sólo faltaba conocer el final de la película. Saber si iba a ser capaz de sacar más de 1:50 al líder de la prueba.

Con agilidad, encima de la bici, el de Pinto estiraba la ventaja pedalada a pedalada pero la diferencia con Sánchez era demasiado. La exhibición española no se quedó ahí porque Tony Colom también levantó la mano para ser uno de los protagonistas de la última jornada y saltó junto al desaparecido Cadel Evans y el incombustible Schleck, que buscaba la segunda plaza en la general.

En la bajada al Col d'Eze, Schleck y Colom metieron mano a Contador y el final de etapa se decidió a favor del de Katusha en un sprint con el de Astana. El buen trabajo del Caisse D'Epargne, hizo que el murciano llegara a Niza a 17 segundos del madrileño y proclamarse campeón de la ronda.

Punto y final a esta edición de la París-Niza que de nuevo trae la gloria a un corredor español. Luis León se convierte en el tercer español en conseguir esta carrera, junto a Contador y Miguel Induráin, que se ha impuesto en dos ocasiones. Alberto Contador finaliza cuarto (1:24), por detrás de Schleck y Chavanel, y Colom consigue el quinto puesto a 1:47.