Colin Furze, un plomero de 32 años de edad, construyó lo que define como "la bicicleta más peligrosa del mundo". Dicha bicicleta es resultado de haber unido un motor a reacción tipo bombas “V1 Doodlebug” utilizados en la segunda guerra mundial, con una bicicleta, a la cual le alargó el cuadro para mantener alejado al conductor del fuego que genera al ser impulsado por un motor a reacción, con el que puede alcanzar velocidades de 50 mph (80 km/h).