Qué les suele pasar a los familiares? Que destacan en los aspectos prácticos, como el número de plazas o el espacio de carga, pero con frecuencia adolecen de estilo y prestaciones. En Mazda, esa clase de compromisos nunca han sido aceptables. Desde sus primeros pasos, la marca de Hiroshima ha luchado por diferenciarse y se ha labrado una sólida tradición de diseños y soluciones técnicas que escapan a lo convencional.
Hoy día, Mazda ha cosechado grandes éxitos con modelos familiares ligeros y eficientes como el Mazda6 y el Mazda CX-5, con exteriores deslumbrantes e innovadores conceptos de habitáculo, que complementan a la perfección un comportamiento dinámico sobresaliente. Estas características que, con el tiempo, se han convertido en atributos de la marca, son las que Mazda ha buscado desde que se lanzó a fabricar vehículos.
Todo empezó con su primer turismo de producción en serie, el Mazda R360. Se presentó en mayo de 1960, medía 2,98 metros de largo y tenía un diseño sumamente ingenioso con cuatro plazas, a pesar de sus dimensiones de minicoche. Hasta ese momento, Mazda solo había fabricado vehículos comerciales. Este cupé de dos puertas catapultó a la marca dentro del floreciente mercado de turismos de Japón. En 1960, dominó con claridad su segmento. En los años y décadas siguientes Mazda fue dejando una larga estela de atractivos modelos familiares.
Mazda Familia: el nombre lo dice todo
El Mazda Familia (comercializado como Mazda 800 y Mazda 1000 fuera de Japón) llegó en 1963, tras los éxitos del R360 y del Mazda Carol P360, un modelo más avanzado de 1962. El Familia se fabricó inicialmente en formato wagon y combinaba a la perfección el carácter práctico de una furgoneta con el confort de un turismo. Además, Mazda supo darle un comportamiento deportivo y un estilo muy característico, con la firma de la casa italiana de diseño Carrozzeria Bertone.
Fue una alternativa muy refrescante a los modelos demasiado funcionales de los competidores y no tardó en encaramarse al primer puesto de su segmento en Japón con una cuota de mercado del 44%. Mazda amplió enseguida la gama con versiones sedán y cupé, e incluso lo fabricó en formato de camioneta. La segunda generación se lanzó en 1967 y se denominó Mazda 1000 (posteriormente 1200/1300). Fue uno de los primeros modelos que la marca empezó a distribuir en Europa. El caso es que el Familia dejó una honda huella dentro del segmento de compactos a lo largo del resto del siglo XX. A partir de 1977 se transformó en el Mazda 323 y su carácter avanzado sigue latiendo en el Mazda3, un modelo que ya va por su cuarta generación y que este año ha sido premiado con el World Car Design of the Year 2020.
Mazda adquirió fama por sus inspirados diseños desde sus primeros turismos, en especial, desde el Mazda Luce (Mazda 1500/1800 en otros mercados), que se introdujo en 1966. El Luce se adaptó a partir de un diseño de Bertone y se comercializó en versiones sedán, wagon y cupé. También fue uno de los primeros modelos que Mazda exportó a Europa. De hecho, allanó el camino a una serie de modelos familiares con formato sedán y wagon, como el Mazda 818/RX-3 —basado en el Familia—, el Mazda Capella/616/RX-2 (ambos de 1971) o el Mazda 929/RX-4, un modelo más grande de 1972.[1]