Al volante
Nuevo Mercedes Clase S, aterriza el mejor ‘S’ de la historia
Con una calidad general impresionante, la nueva versión de la gama supera claramente a sus antecesores. Lo más destacado es la exclusividad interior en niveles de confort y seguridad.
Antes de que los Clase S embarcasen rumbo a Toronto (Canadá) para hacer su presentación dinámica a nivel mundial, el S500 fue la única versión disponible de la gama para ser probado en un evento muy exclusivo. Esta unidad sigue la tendencia observada transversalmente en la nueva gama de motores y ha visto incrementado su potencial (de 435 a 445 CV) y su consumo mixto homologado se ha reducido en 0,7 l/100 km para quedarse en 8,6 l/100 km.
Desde los primeros metros al volante del S500, se aprecia la contundente disponibilidad de par en cualquier tipo de régimen: no solo hay 700 Nm listos para entrar en acción a las 1800 rpm, también hay disponibles 500 Nm para poco después del ralentí. A esto juntamos el peso relativamente ligero del nuevo Clase S (el nuevo modelo ha adelgazado para no pesar más que el mucho más pequeño Clase S de hace 20 años, aunque no impide que estemos lidiando con más de 2 toneladas de coche) y nos damos cuenta de que el S500 se mueve de una forma que disimula sus aventajadas proporciones (5,25 metros de largo en esta variante L).
La revisada transmisión automática de 7 velocidades es un buen ayudante para la soltura que se siente con unos cambios de marcha suficientemente rápidos en modo auto, aunque la conjugación del chasis bien afinado para evitar virajes excesivos y la entrada en una zona de sinuosas carreteras secundarias invite a seleccionar el modo manual/secuencial. El modo auto revela una tendencia para mantener las rotaciones en régimen relativamente bajo, dando prioridad a los bajos consumos y también una preferencia por conservar la marcha sin precipitarse a reducir cuando le damos un poco más de acelerador. Esto no evita aceleraciones más fuertes si esa es la idea, como lo demuestra el crono de 4,8 segundos en pasar de 0 a 100 km/h.
El confort de rodadura es un dato adquirido en cualquier Clase S y este no es excepción, absorbiendo todas las irregularidades del asfalto con una indiferencia altiva. La dirección es un poco más pesada de lo que podríamos esperar en un Mercedes de alta gama, pero esto ayuda a sentir un S500 más comunicado con la carretera. Los neumáticos de generosas dimensiones parecen no tener ni idea de lo que significa perder el agarre a no ser que vayamos contra las leyes de la física en curva, momento en que el control de estabilidad entra en escena y vuelve a meter todo sobre raíles.
Algo que realmente impresiona es la insonorización del interior, que cuadra muy bien con la suspensión confortable y con el innovador sistema que pre-adapta su funcionamiento a la condición de la carretera (solo con motores de 8 cilindros).
Y dentro de la exclusividad interior de la Clase S, destaca sobremanera el monitor digital delante del conductor y otro en el centro del salpicadero, subdividido en dos pantallas de 12.3” (formato 8:3 y diagonal de 30,7 cm) cada uno. Pero también despuntan las impresionantes butacas que pueden tener hasta 6 programas de masajes, incluido el principio de piedras calientes usado en los más modernos spas. Hay dos versiones de sillones traseros (estáticos o individuales con ajuste de inclinación en 37 grados) en la versión más corta y cinco en la carrocería XL. Los cinturones traseros con airbag y airbag bajo la base del asiento son una novedad absoluta en la industria automóvil.
PRECIOS DEL MERCEDES CLASE S
Mercedes-Benz S 350 BlueTEC batalla corta - 91.900 euros
Mercedes-Benz S 350 BlueTEC batalla larga - 93.300 euros
Mercedes-Benz S 400 HYBRID batalla corta - 95.400 euros
Mercedes-Benz S 400 HYBRID batalla larga - 97.500 euros
Mercedes-Benz S 500 batalla corta (ruedas de 18") - 122.419 euros
Mercedes-Benz S 500 batalla larga (ruedas de 18") - 125.501 euros
Mercedes-Benz S 500 batalla corta - 127.100 euros
Mercedes-Benz S 500 batalla larga - 130.300 euros