Lamborghini
Alto rendimiento en el circuito de Imola
El Lamborghini Gallardo de competición, rodó durante todo el día en el circuito de Imola
Castrol siempre se ha caracterizado por comercializar productos de extrema duración, máxima fiabilidad, prestaciones deportivas y cuidado de la mecánica. Es difícil para un fabricante de aceites explicar lo que hace, porque lo que consigue un aceite en un motor, en un cambio o en una transmisión son cosas que no se ven, pero que a la larga se notan.
Un buen aceite evitará desgastes y alargará la vida de las piezas móviles de toda la mecánica, en suma, invertir en un aceite de calidad es no tener que gastar en reparaciones evitables. Pero
¿Cómo demostrarlo? Pues nada mejor que de la mano de un fabricante de coches de altas prestaciones que se enorgullece de usar en todas sus mecánicas el aceite Edge de Castrol. Lamborghini y Castrol Edge son un binomio perfecto que desgraciadamente muy pocas personas tienen la posibilidad de probar.
El fabricante de aceite se atreve con todo tipo de mecánicas, sus aceites son sinónimo de conservación de los motores hasta extremos impensables y para ello no se amilana y demuestra sus cualidades sobre la pista.
Para demostrarlo reunió la semana pasada en el circuito de Imola a un nutrido número de personas afines, y no, a la marca para demostrar la fiabilidad de Edge en condiciones de alto rendimiento.
Con un calor húmedo y pesado, con la pista del emblemático circuito a casi 50 grados se pudo comprobar que las mecánicas del toro aguantaban estoicas varias horas dando vueltas y vueltas al circuito italiano sin detener los motores ni en la paradas, ni un calentón ni un mal problema durante un duro día en las carreras. Tres Aventador y otros tres Gallardo no cesaron de dar vueltas al emblemático trazado boloñés, sufriendo la conducción de todo tipo de pilotos, los más rápidos pusieron a prueba las mecánicas en su máximo rendimiento, algunos con la ayuda de los conductores oficiales de Lamborghini.
Además, el ingeniero jefe Paul Beasley pudo hacer una demostración de cómo el aceite Castrol Edge funciona y explicó hasta qué punto alarga la durabilidad de los motores con una estabilidad molecular que no se descompone con el tiempo ni el uso. Sorprendentes gráficos y hasta una demostración del producto en frío uso el ingeniero británico para que los asistentes valoraran hasta qué punto es importante el aceite en una mecánica, demostraron que un motor lubricado con Edge aguantaba casi el doble a máximo rendimiento que los aceites de la competencia.
Por su parte Donald Smith, jefe de esponsorización mundial de Castrol, no negó la posibilidad de que la marca esté en la F1 en un medio plazo, pero sobre todo recordó que el mundo de la competición es el lugar donde Castrol desarrolla sus mejores productos y que el hecho de no estar en la Fórmula 1 como patrocinador de algún equipo no es una prioridad para la marca que ha apostado fuerte los últimos años por el fútbol como medio canalizador de conocimiento de marca de sus productos.