V8 turbo de 560 caballos
California T: Ferrari pone el turbo a sus coches de calle
Ferrari ha empleado en el nuevo California la misma receta que en sus monoplazas de Fórmula 1, un motor turbo que eleva el rendimiento del descapotable en 70 caballos.
El Ferrari California pasará a partir de este año el Ferrari California T. Con T de Turbo por mor del nuevo motor V8 sobrealimentado de 560 caballos que recibe ahora, casi en paralelo con el estreno de esta tecnología en la Fórmula 1.
Gracias a este nuevo corazón el nivel prestacional del California T cobra una nueva dimensión. No tanto por el rendimiento frente al crono, que mejora pero no de forma exagerada (es cuatro kilómetros por hora más veloz y gana dos décimas en el sprint de 0 a 100 km/h respecto al atmosférico), pero sí en cuanto a entrega de potencia (60 caballos más) y, sobre todo, en el par disponible. El nuevo V8 T de Ferrari se va a 755 Nm (casi un cincuenta por ciento más que el anterior), pese a lo cual el consumo se reduce hasta unos más que razonables 10,5 litros de promedio.
Los ingenieros de Maranello han desarrollado el nuevo motor con una premisa: que no tuviera el retardo que provoca el turbo hasta que entra en acción en comparación con uno atmosférico. Según Ferrari lo han conseguido ya que anuncian que su curva de potencia aumenta de manera constante a lo largo de todo el rango de revoluciones.
Ferrari ha utilizado la tecnología de la 'Scudería' de Fórmula 1 en la gestión del turbo para determinar estos ahorros de combustible. De hecho, este V8 usa turbinas compactas de mínima inercia tipo Twin-Scroll que le confieren una respuesta de aceleración más fiable.
Una de las pegas de los F1 de 2014 es su sonido atenuado, algo de lo que los técnicos de Ferrari se han cuidado de evitar en el California T mediante un rediseño del cigüeñal flat-plane, el colector de escape de tres tubos y el contenedor del turbo.
Un V8 turbo más progresivo y potente
El sonido que produce el motor es agradable pero su potencia crece a medida que aceleramos, funcionando de forma conjunta la toma de aire y el escape de gases. Según Ferrari, es la primera vez que se ha conseguido este resultado con un motor turbo.
El California T también introduce una nueva caja de cambios y revisa la suspensión con amortiguadores magnéticos con una respuesta un 50% más rápida que permiten un mejor control del balanceo de la carrocería, mejorando la precisión de la conducción. Al mismo tiempo, garantiza una sensación más confortable cuando se transita por autovía a bajas velocidades.
Para las situaciones en las que queramos exprimir el potencial del California T contaremos con un control de tracción F1-Trac evolucionado que mejora la adherencia en la aceleración en curva y un equipo de frenos carbocerámicos que detienen el coche de 100 km/h a 0 en apenas 34 metros.
En cuanto al diseño, se mantienen las dimensiones del anterior California, con algunos pequeños cambios concentrados en la parte delantera. El capó cambia la toma de aire central por otras dos más pequeñas y en una posición más elevada, mientras que el paragolpes tiene una toma de aire central más grande y dos laterales más aerodinámicas.
En la zaga, Ferrari introduce un difusor de triple banda para generar una mayor carga aerodinámica, añade dos salidas de aire detrás de las ruedas traseras y adopta un diseño de la parte posterior totalmente en color de la carrocería (el anterior llevaba una pieza central en negro).
El habitáculo mejora la ergonomía al incrementarse el espacio entre el asiento y el respaldo. El volante es el típico de Ferrari, aunque ahora incorpora más botones de control y se añade un indicador de presión del turbo, el TPE (Turbo Performance Engineer) situado entre los dos respiraderos centrales. El equipo multimedia con pantalla de 6,5 pulgadas de accionamiento táctil también es nuevo.
Lo que no cambia en el California T es su techo duro retráctil de accionamiento electrónico que se pliega en 14 segundos, ni los colores que se ofrecerán: el rojo inspirado en los clásicos Ferrari y el Blue California.