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Para el 911 Turbo y Turbo S
 
Porsche estrena kit aerodinámico


Porsche Exclusive saca a la luz sus nuevos Aerokits para sus modelos 911 Turbo. Este pack incluye un nuevo y distintitivo spoiler frontal junto a un rediseñado capó posterior con alerón retráctil. Además, incluye un expresivo labio frontal con deflectores a los lados.

Pese a tener un enfoque que busca aumentar el atractivo del coche, la funcionalidad de la aerodinámica también fue prioritaria durante el desarrollo. El Aerokit fue sometido a duros ensayos y varias pruebas de túnel de viento en la pista del circuito en el Centro de Desarrollo de Porsche en Weissach para conseguir como objetivo clave mejorar la dinámica de conducción.

Los componentes aerodinámicos del "Aerokit Turbo" generan aún más carga aerodinámica en la parte delantera y eje trasero, lo que aumenta la estabilidad de conducción, particularmente a altas velocidades. Así, la carga aerodinámica total generada por este kit para el 911 Turbo a 300 kilómetros por hora ha aumentado desde los 17 a los 26 kg, en la configuración de Velocidad, mientras que en la configuración de Rendimiento pasa de 18 a 150 kg.

El Aerokit Turbo podrá ser solicitado en dos versiones diferentes, con el color de la carrocería o bien en negro de alto brillo. El kit aerodinámico ya está disponible para todos los modelos 911 Turbo y Turbo S y se puede montar en fábrica o en el Centro Porsche Oficial. Si el cliente desea montar el "Aerokit Turbo" en fábrica a través del programa Porsche Exclusive, el precio del mismo es de 6.108,75 euros (21% IVA y 14,75% Impuesto de Matriculación incluidos).
También se puede montar como accesorio en cualquier Centro Porsche Oficial a través del programa Porsche Tequipment. En este caso, el precio es de 4.961 euros (21% IVA incluido), sin incluir pintura y montaje. En caso de adquirir y montar dicho accesorio se mantienen todas las condiciones de la garantía del vehículo.

Comienzan a anunciarse las novedades del Salón del Automóvil de Ginebra y la que no puede pasar desapercibida nunca es la de Ferrari. En este caso es el 488 GTB, el heredero del 458 Italia que llega después de haber roto moldes con el California Turbo. Este V8 turboalimentado de 670 caballos tiene unas prestaciones dinámicas dignas de un coche de competición.

Y es que Ferrari ha aunado su experiencia en Fórmula 1, en el Campeonato del Mundo de Resistencia (WEC) y en el programa XX para aplicar toda esa sabiduría en su modelo más importante. Aerodinámica y suspensiones activas, caja de cambios con gestión variable del par, motor de doble turbo... todo orientado a conseguir la máxima efectividad en la carretera.

Sin duda lo más destacado de este V8 turboalimentado son sus 670 caballos. La arquitectura de su motor de cuatro litros y su montaje en posición central trasera nos remite al mítico 308 GTB que instauró hace cuarenta años esta configuración mecánica en la marca del cavallino. El par máximo es de 760 Nm, pero Ferrari presume de que la respuesta del acelerador en séptima velocidad a 2.000 rpm es de 0,8 segundos... Un propulsor todopoderoso.

Con este corazón, el Ferrari 488 GTB es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en tres segundos, empleando unos impactantes 8,3 en alcanzar los 200 km/h desde parado. Su velocidad máxima supera los 330 km/h.

El potencial mecánico vendrá bien acompasado por una aerodinámica de referencia (el Ferrari 488 GTB genera un 50% más de 'downforce' que el Italia reduciendo además la resistencia al aire). Esto es posible gracias a elementos como el doble spoiler frontal, los bajos aerodinámicos con generadores de vórtices o el alerón trasero activo.

La electrónica también se pone al servicio del conductor, con un control de estabilidad menos intrusivo que trabaja bien coordinado con el control de tracción F1-Trac y el diferencial electrónico E-Diff.

Por lo demás, la configuración del cockpit es una evolución de la del 458 Italia con todos los controles agrupados en el volante, intermitentes incluidos y la minimalista 'consola central' orientada siempre hacia el piloto. Ferrari asegura que pese a que el ambiente es absolutamente de carreras, el conductor mantendrá un alto nivel de confort.

El proyecto deportivo de la marca incorpora un nuevo "animalito" en su gama más prestacional, que junto al ST, al Mustang y al GT, llega envuelto en olor a goma quemada. Y no es para menos. La tercera generación del Focus RS ha contado con la colaboración del mismísimo Ken Block para el desarrollo y puesta a punto del coche.

Aún guarda más de un secreto, pues será presentado definitivamente en el Salón de Ginebra, pero ya vamos conociendo algunos detalles de este compacto que, aunque a simple vista pierde en acidez, gana en corazón para hacer su conducción, seguramente, más divertida.


Empezamos por su motor: el mismo EcoBoost 2.3 de cuatro cilindros que monta el Mustang, fabricado en aluminio. Eso sí, lleva algún retoque para maximizar las prestaciones del RS, como un nuevo turbocompresor de doble entrada con un compresor mayor y un 'intercooler' también más grande. Además, se mejora la refrigeración y el 'bicho' podrá aguantar mayores temperaturas.

Aunque no dicen la cifra exacta, Ford ha asegurado más de 320 caballos con el motor limitado en las 6.800 revoluciones por minuto. Y además se guardan en la manga la cifra de par motor, así que habrá que esperar. Lo que sí sabemos es que la caja de cambios ha sido optimizada y será más corta y con cambios más precisos para canalizar toda la fuerza del RS.