Re: MOTOS PARA EL RECUERDO DE LOS ESPAÑOLES

1964
La C.C. es substituida por la Sella (7,2 CV a 5.000 rpm y 85-90 km/h de velocidad máxima), con cuadro algo más corto que la C.C., horquilla delantera muy dócil y confortable gracias a la adición de la hidráulica para la amortiguación y acabado en azul con detalles en color blanco ámbar en el depósito y las dos cajas laterales en color marrón claro. A partir de aquí, la gama se irá reduciendo paulatinamente

1970
Aparece una nueva versión del ciclomotor Piles, modificando principalmente el chasis, que ahora ha sido cerrado por su parte delantera mediante un tubo en donde se apoya el motor y el motor que alimenta de potencia desde 1,85 a 2,1 CV a 5.000 rpm.

Aunque la verdadera sorpresa de este año será la presentación del Triver Borrasca (acompañado antes de que finalice el año por la versión Trivel Borrasca Super), un ciclomotor con motor austriaco Puch instalado en el bastidor del MV Piles, ligera-mente modificado, llegándose con esta gama de dos modelos Puch y tres de MV Agusta al año 1972 en que se abandonaban los modelos italianos para concentrarse únicamente en los austríacos bajo una única marca, Puch.

Las nuevas Guzzi han visto crecer sus motores en V hasta los 1200 cc, con culatas de 4 válvulas y moderna gestión electrónica, pero manteniendo la misma imagen poderosa que lucían sus bicilíndricos hace ya 40 años.

Moto Guzzi creó en 1971 la California original para el mercado estadounidense, combinando elementos típicamente norteamericanos con un carácter puramente italiano. Con ella se dio comienzo a una leyenda de cuatro décadas que ha llegado hasta nuestros días. Este modelo de 1979 explica el porqué de su éxito.

El gran asiento doble de esta vieja California me parecía casi tan confortable como mi sillón favorito mientras veía pasar el paisaje a una velocidad de crucero perezosa. Con sólo un soplo de aire por encima del alto parabrisas y una suave vibración, al estilo Guzzi, procedente del gran bicilíndrico transversal en la parte baja, el carácter relajado y cómodo de esta moto me invitaba a pasar un largo y placentero día en la carretera.

Pero cuando el recorrido se volvió de pronto curvilíneo, la moto aprovechó la oportunidad para recordarme por qué la California ha sido siempre especial. Cuando me aproximé a una curva cerrada, el trío de discos Brembo combinados rebajó la velocidad del conjunto con una facilidad impresionante para una máquina con 30 años encima, tan grande y pesada. Y, cuando necesitaba que ese manillar alto y ancho lidiase con una consecución de curvas, la California respondía con una estabilidad y una precisión que ocultaban su edad y su carácter de moto tranquila.

Cuando la Guzzi salió de la última curva, acelerando, con el motor girando entusiasta y la plataforma reposapiés rascando el asfalto, me quedó claro el motivo por el que la California ha sido un puntal de la gama Moto Guzzi durante más de tres décadas. Su aspecto de moto tranquila lleva a equívoco. Puede que el diseño de esta moto sea tan americano como su nombre, pero sus prestaciones vienen marcadas por su lugar de origen. La combinación italo-norteamericana podría haber sido un desastre. Sin embargo, de algún modo, logró funcionar. La California es tan suave como Frank Sinatra, versátil como Al Pacino y robusta como Sylvester Stallone.

El año pasado fue la marca española OSSA, la elegida como marca representativa de los AMA Vintage Motorcycle Days. Este año ha sido elegida otra marca legendaria, en esta ocasión la británica BSA. Al igual que la marca española, BSA desapareció a finales de los setenta, victima de la irrupción de las marcas japonesas en Europa. Durante años se arrastró el nombre por diferentes empresas y acuerdos, pero en la actualidad es otra de las marcas que permanece dormida en manos de una multinacional que no tiene relación directa con el mundo de la moto

Una verdadera roadster, la Bonneville conjuga el estilo británico clásico junto con la tecnología del siglo XXI. Esta mezcla de autenticidad y modernidad es la que ha llevado a la Bonneville a convertirse en un icono por derecho propio teniendo a diversos diseñadores famosos creando sus propios diseños de depósitos. Montar en la Bonneville es una estupenda forma de recorrer el paisaje urbano, gracias a su agilidad en calles rebosantes de tráfico o deslizándose sobre una carretera recubierta de hojas. Posee un pedigrí del que pocos modelos pueden presumir, además de una credibilidad tangible dentro del mundo del motociclismo actual

Honda CB 750, la moto diseñada con tecnología espacial, o por lo menos es lo que decía la propaganda de la época. La CB750 fue la primera moto de gran producción que montó un motor 4 cilindros en línea y discos de freno. Forjó su leyenda gracias a que era, y sigue siendo, una moto que permite rodar rápido sin sufrir vibraciones molestas ni tener que pasar cada dos por tres por el taller para ajustar cosas. Como todas las motos clásicas ahora se ha visto superada en prestaciones y calidades por las motos modernas, pero todavía sigue siendo un placer conducir una de estas joyas japonesas.