Ya hace tiemo que Quantya, empresa suiza hasta ahora especializada en motos eléctricas off-road, mostró sus intenciones de ampliar su gama lanzando lanzando un prototipo de scooter eléctrico, aunque aquello fue temporalmente aparcado. Pero ahora, la compañía que acaba de cambiar su nombre por el de QVR, después de la fusión de las empresas Quantya y VonRoll, muestra su nueva creación con la forma de scooter eléctrico urbano apellidado VRone, y cuyo corazón es el motor eléctrico Lynx, el mismo que mueve las Quantya Evo 1 Track y Strada.
En la parte ciclo cuenta con un chasis multitubular de acero, llantas de 12 pulgadas, frenos de disco de 220 mm en ambas ruedas, horquilla EBR y dos amortiguadores traseros Paioli, un equipamiento más que suficiente para soportar y resistir los embates de tan potente motor. El paquete de baterías LiPo (polímeros de litio) es de 72 voltios y está colocado en la plataforma, disponiendo de un cargador estándar tras el escudo.
La estética de este QVR VRone es un poco chocante y lo cierto es que tiene su pequeña explicación: fue diseñado por la desaparecida marca Malaguti, el proyecto quedó a medias por el inesperado cierra de la empresa, por lo que, por ejemplo, piloto posterior e intermitencias quedaron sin moldes ni diseño, y así, a última hora, y como una especie de remiendo, se colocaron unos pilotos redondos de dudoso estilo retro.
El motor eléctrico está situado justo por delante del eje del basculante y transmite su potencia a la rueda trasera a través de una correa dentada.
Desarrolla una velocidad máxima de 100 km/h y su autonomía circulando a tope es de unos 50-60 km. Tras unas 4 horas y media de recarga el VRone ya está de nuevo dispuesto para dar guerra.
En breve estará disponible al público y tendrá un precio que no bajará de los 6.200 euros, aunque con las ayudas del Estado y de las Comunidades Autónomas, podría quedar recudido a unos 3.900 euros.