Golf:Master de Augusta.

Sé agresivo", le dijo el caddie de Kenny Perry a su jefe. La bola se marchó excesivamente cerrada a la izquierda del green del 10. Era el segundo hoyo de su desempate con Ángel Cabrera, el Pato argentino que nunca falla. Instantes después, Cabrera pidió sllencio a un espectador. Quería paz para pegar un hierro 7 bajito, abierto ligeramente, que botó a la altura de la bandera quedando herida de muerte. Cabrera se adjudicaba el Masters de Augusta, con dos putts, tras una muerte súbita de la que se bajó Chad Campbell en el primer hoyo. Es el primer Masters para Argentina.

Perry tuvo en su mano hacer historia, convertirse a sus 48 años y diez meses en el ganador más mayor de un torneo Grande. Pero en la vuelta regular, hecho un manojo de nervios, acabó firmando bogeys en los hoyos 17 y 18.

En el camino se quedaron, ante el deleite del golf mundial, Tiger Woods y Phil Mickelson, que no jugaban juntos desde 2002. Mickelson quería el número uno y su tercera chaqueta. Eligió hacer 30 golpes por los nueve primeros hoyos, seis bajo par, dejando un golpe desde los árboles en el 7 que acabó con la bola a un palmo del hoyo.

A su lado, Tiger estaba más modoso. Pero su enorme putt en el 8 (eagle) le puso en órbita. En sus salidas del hoyo 17 ya se habían colocado segundos con -10 (dos vueltas de -6), en un duelo de película para la historia. Pero el final fue de drama. Woods acabó con dos bogeys y Phil con 5 al 18. Un borrón a una obra de arte.
Sergio no puede con el campo

Sergio García se marchó de Augusta tras un mal fin de semana, que demostró que sus 67 golpes del viernes fueron un espejismo. El Augusta National no le sienta bien, no es un campo que le dé buenas sensaciones. Tras el 75 del sábado, el castellonense cayó hasta la zona baja de la clasificación con una vuelta de 74, la peor de su semana. Hizo doble bogey al 4 y bogeys en el 10 y en el 16, con birdies en 11 y 15. Sergio no pudo vencer al campo de Augusta, ya que finalizó con 289 golpes, uno sobre el par. Por su parte, Miguel Ángel Jiménez aguantó sin perder la fuerza con una vuelta dominical de 73 golpes.