Hirvonen dice adiós al Mundial de Rallyes

Pues sí, los rumores veraniegos estaban en lo cierto... Mikko Hirvonen, el mejor piloto finlandés de la pasada generación, el único -antes de la eclosión de Ogier- que fue capaz de disputar el título a Loeb después de Grönholm, ha anunciado hoy, a través de un emotivo comunicado, que abandonará el Mundial después del Rallye de Gales.

A pesar de ser uno de los hombres con más experiencia y mejor palmarés de cuantos se ponen hoy en día al volante de un WRC, el piloto de Jyväskylä ha decidido dar por concluida su trayectoria mundialista con tan solo 34 años, después de dos temporadas carente del brillo y la motivación necesarios para mantenerse en la brecha, luchando al máximo en cada rallye con los pilotos más rápidos del Mundo, en el lugar donde había estado siempre.

Se marcha así del Mundial uno de los pilotos que mayor protagonismo ha ejercido durante la última década; un finlandés sonriente y desenfadado, que estaba llamado a ser el séptimo Campeón del Mundo de la historia de su país, pero tuvo la desgracia de cruzarse en el mejor momento de su carrera deportiva con un piloto de leyenda como 'Seb'.



No obstante, a pesar de haberse grabado su nombre en el imaginario colectivo como el gran derrotado de la era Loeb, Hirvonen es, actualmente, el segundo piloto con mejor palmarés del Mundial. Después de doce temporadas al máximo nivel, Mikko ha sumado cuatro subcampeonatos del Mundo y 15 victorias en la máxima categoría.

Su salto a la palestra se produjo en 2003, de la mano de Timo Jouhki. El mecenas finlandés consiguió colocar en el equipo Ford a un joven del pueblo de Toivonen, pequeño y enjuto, que había despuntado el año anterior en su país con un Volkswagen Golf Kit-Car.

Después de completar su primera temporada en el Mundial al volante de un Focus WRC, Mikko fichó a sus 23 años como segundo piloto de Subaru, la marca con la que Petter Solberg ganó el Mundial aquel año. A pesar de su escasa experiencia, terminó un par de rallyes a las puertas del podio: Argentina y Australia. Sin embargo, al terminar el campeonato se quedó sin equipo.



Gracias al apoyo de sus patrocinadores, consiguió correr algunos algunos rallyes en 2005 al volante de un Focus WRC, con el que le arrebató el tercer puesto en el último tramo del Cataluña a Xevi Pons. Incluso, Skoda confió en sus manos un Fabia WRC para el Rallye de Japón que acabó chocando contra un talud. Pero para entonces Mikko ya tenía casi cerrado un nuevo contrato con un equipo oficial; esta vez, Ford.

La marca del óvalo y el equipo que defendía sus colores en el Mundial, M-Sport, han marcado una etapa inolvidable en la carrera deportiva de Hirvonen. Malcolm Wilson decidió ficharlo en 2006 como escudero de Marcus Grönholm, y esa misma temporada le brindó ya a su jefe su primera victoria en las pistas de tierra de Australia. Al año siguiente, en plena pugna por el Mundial entre Loeb y el propio 'Bosse', el pequeño Mikko sumó otros tres triunfos (Noruega, Japón y Gran Bretaña) con los que se ganó los galones de jefe de filas de Ford tras la retirada de Grönholm.



Así, a partir de 2008, Hirvonen asumió la ardua tarea de intentar ganar el Mundial a 'Seb'. Y aunque lo intentó con todas sus fuerzas un año tras de otro, y estuvo cerca de culminar su hazaña en una ocasión -2009; le faltó solo un punto-, jamás lo consiguió.

Agotado moralmente, el finlandés decidió al término de la temporada 2011 -en la que sufrió el accidente más escalofriante de su carrera deportiva, precisamente al lado de su casa, en el rasante de Urria, su tramo favorito del Mil Lagos-, marcharse al equipo contrario, a Citroën, donde ejerció, por si fuera poco, como subordinado del mismo hombre con el que se había jugado el título unos días antes en Gales: el máximo rival de su carrera deportiva, Sébastien Loeb.



En 2012, Mikko quedó por tanto descartado de la lucha por el título. Llegó a echar carreras a su jefe de filas en algunos rallyes; incluso, consiguió ganar en Cerdeña con el DS3 WRC -meses después de que le arrebataran la victoria de Portugal por una irregularidad en el embrague-. Pero su nivel fue a menos. Y al año siguiente, ejerciendo como de jefe de filas del equipo Campeón en todos los rallyes que no disputó 'Seb', no logró alcanzar los resultados esperados.

Esta temporada cambió de aires y decidió regresar a M-Sport, de nuevo a la vera de Malcolm Wilson, para intentar reencontrarse consigo mismo y con su pilotaje. Pero, aún así, no ha conseguido recuperar tampoco el esplendor de otras épocas. Así que, sin más, ha decidido retirarse: colgar los guantes por el momento y dedicarse a disfrutar de la vida, de la naturaleza y de su tiempo libre con sus hijos y con su pareja, mientras aguarda una nueva oportunidad en una disciplina distinta a los rallyes, en la que intentar conquistar esa corona mundial por la que tanto luchó, que Loeb nunca le permitió ganar.

Buena suerte, Mikko.

Fuente: Autoblog

Se nos va uno de los grandes del mundial, si como piloto y también como persona. Este mismo octubre en el Rallye de Catalunya pude intercambiar unas palabras con el y tirar alguna que otra foto, gran persona.

Suerte en tu nueva andadura campeón.

P.D.: esta semana se disputa el Rallye Gales, ultima prueba donde tomara parte.