Ocho de las nueve plantas de cloro-álcali que existen en España todavía utilizan una tecnología anticuada denominada de “celdas de mercurio” para fabricar cloro.Estas plantas son las responsables de más del 90% de la producción total de cloro en España y representan casi la quinta parte de todas las fábricas de celdas de mercurio que aún permanecen en toda Europa.
El mercurio es un contaminante que presenta alta movilidad y puede transformarse rápidamente en compuestos orgánicos más tóxicos cuando se libera al medio ambiente (especialmente metilmercurio). Los compuestos orgánicos del mercurio, como el metilmercurio, se pueden acumular en animales, incluyendo peces, y en última instancia, seres humanos; y pueden provocar daños en el sistema nervioso, incluso en bebés que todavía no han nacido.
Además del mercurio, las plantas de cloro-álcali son fuentes importantes de otras sustancias contaminantes, que se producen en la electrolisis salina. Gran parte del cloro que fabrican estas industrias se utiliza en plantas que están localizadas cerca de sus instalaciones, como por ejemplo para la fabricación del plástico clorado PVC (policloruro de vinilo, principal uso del cloro) y de disolventes clorados. Estos procesos de producción generan flujos de residuos con altos contenidos en sustancias peligrosas.
La industria del cloro es muy contaminante y existen alternativas para casi todos sus usos por lo que hace plantear su eliminación progresiva desde ya.
greenpeace.es