Una gruesa capa de polvos de talco dispuesta sobre una mancha de grasa acaba por disolverla. Luego hay que aspirar el talco, no cepillarlo.
La mantequilla puede servirte para quitar una mancha de alquitrán o de tinta si la frotas con un poco de paciencia, aunque, claro, después te quedará la tarea de hacer desaparecer la mancha de grasa.
El bicarbonato quita la grasa de las manos.
El zumo de limón puede servirte también para eliminar manchas de tinta.
Si empapas en leche una tela manchada de fruta, la leche acabará disolviendo la mancha.