Si dejas el coche en casa y vas al trabajo en bicicleta, reducirás hasta media tonelada tus emisiones anuales de CO2 a la atmósfera.¡Utiliza el transporte público! Los autobuses y los sistemas ferroviarios son tres veces más eficientes que los vehículos privados. Los sistemas ferroviarios urbanos son los más eficientes, e incluso serán más limpios en el futuro, cuando funcionen con energía renovable.
¡Mueve las piernas! Caminar es un excelente ejercicio para mantenerse en forma y no afecta al clima. Reconquista las ciudades a pie.
¡Vuela sólo cuando realmente lo necesites! El tráfico aéreo es el más contaminante de todos. Busca alternativas como el teléfono y las videoconferencias. Reduce los vuelos de larga distancia. Y en las rutas más cortas, incluso a países vecinos, el viaje en tren es rápido y mucho más respetuoso con el clima.
¡Reduce el tamaño de tu coche! Si te compras un coche la cuestión más importante que te plantees debe ser: “¿Cuánto combustible consume?” Ya hay en el mercado vehículos que consumen 4 litros a los 100 km, y será posible reducir esa cantidad a 2 litros.
¡Viaja en bici! Ocupa muy poco espacio y no consume nada. Es silenciosa y limpia, y te permite estar en forma. Aprovecha cualquier oportunidad para usar la bici en tus desplazamientos cotidianos.