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Sanar el Corazón

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livy:



El Somos responsables de cómo nos sentimos. No podemos culpar a nadie, somos nosotros mismos quienes "elegimos" cómo somos influenciados por las situaciones. Si estamos enfadados, con el corazón dolido o angustiados, es hora de elegir de forma diferente y asegurarnos de que no vuelva a suceder. Sanar el corazón también es una elección, aunque uno no haya pensado nunca que lo fuera.

En primer lugar no somos nuestros sentimientos. Puede que estemos experimentando enfado, depresión o miedo, pero no somos esos sentimientos. Todos ellos han sido adquiridos y lo que hacen es nublar nuestra paz y belleza internas.

Observémoslos y pensemos: "No estoy enfadado, deprimido o asustado. Esto son sólo sentimientos. Es hora de dejarlos ir y recordar quién soy yo realmente". Y después, tomarnos unos momentos para reflexionar sobre nuestra verdadera naturaleza. En la calma de una reflexión silenciosa podemos volver a retomar conciencia de nuestro verdadero ser: En esencia, somos un ser espiritual, un ser de paz, un ser de amor, un ser lleno de belleza y cualidades.

Con una observación serena y paciente, veremos cómo estas cualidades afloran desde nuestro subconsciente. Esto es meditación.

Para desprendernos de los sentimientos de dolor, tenemos que hacer algo más que perdonar y olvidar, ya que los sentimientos y emociones pueden volver a emerger, despertados por palabras o actitudes no amables o malintencionadas. Para estar seguro en el futuro, necesitamos borrar estos sentimientos y sus impresiones de nuestro subconsciente. Entonces dejaremos de ser vulnerables.

Pero para conseguir esto necesitamos cambiar la conciencia que tenemos de nosotros mismos, de nuestra identidad. La conciencia más común es la que se identifica con nuestra forma física y los diferentes papeles que interpretamos en la vida. A esta conciencia la denominamos genéricamente conciencia de cuerpo. Cuando reconocemos y experimentamos que somos algo más que el cuerpo, que nuestra naturaleza es espiritual y originalmente libre de las ataduras del cuerpo y la materia, a esto lo llamamos conciencia de alma.

Este es el cambio de conciencia que requerimos para sanar el corazón, ya que en la conciencia del alma, los sentimientos que emergen de forma natural son paz, amor, compasión y benevolencia.

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