No escuches aquellas canciones que los identificaban como pareja, no pretendas refugiarte en sus canciones, no vayas a los lugares que solían ir juntos, no caigas en vicios, definitivamente la entrada puede ser muy fácil y la salida el peor remedio a algo que puedes dejar por ti misma, recuerda que no dependes de él para ser feliz, asume con la realidad que no es de tu propiedad, convéncete que él no es tan bueno como crees, no te pertenece, no es tan guapo o agradable como lo percibes, él no es tan perfecto como piensas, no escribas ni leas poemas nostálgicos y trágicos, no te encierres en un mundo solitario y despreciando oportunidades maravillosas de vida, sal y enfrenta el mundo sin vendas en los ojos, recuérdate siempre que tienes un valor poderoso, te aseguro que él no sufre por ti.
¿Por qué hacerlo por él (ella)?, bloquea los recuerdos y lo positivo de él, no lo recuerdes, contrarresta los recuerdos positivos por negativos, concéntrate en sus defectos y critícalos, proyecta un futuro desagradable y triste con él, imagina cuán fastidioso puede ser vivir con alguien que no te ama ni te valora.
Terminar una relación nunca es agradable pero, saber enfrentarse a la nueva etapa sin culpa ni rencor nos va a permitir volver a empezar.
Conviene evitar recrearse amargamente en lo que hubiera podido ser y no fue, y empezar a reconstruir nuestra vida con optimismo, autonomía y libertad. Y para todo ello, es fundamental enfrentarse de verdad al dolor y asumir los propios sentimientos.
Es muy importante tener en cuenta que no se debe pretender superarlo todo en dos días. Atravesar tu dolor con calma y paciencia te permitirá quedarte con lo mejor de la relación.
La distancia y el tiempo son necesarios en muchos casos para comprender mejora las causas de la separación y hallar fuerzas para superarla.