Italia en cuartos

Ayer por vez primera en mi vida vi llorar a un jugador por un penalti que falló hace casi una semana. Sí, era Mutu. La de Buffon, efectivamente, fue la mano de Dios. Esa parada resucitó a Italia de entre los muertos y la ha colocado en el camino de España. En cuartos aparece por fin la famosa garrapata en forma de selección campeona del mundo. Un peligro mortal que viene pintado de azzurro y cantando volare oh oh.

Según han ido pasando los días ha ido creciendo la amenaza de Italia, algo en lo que no creían las apuestas pero sí la bruja Lola, que como lo sabía y es muy española, debió tomar precauciones y les colocó dos velas negras a los motores de proa y de popa de la squadra azzurra. Pirlo y Gattuso no podrán jugar contra España por sanción. No funcionó el biscotto, pero sí la magia negra. Gracias, Lola. Después del disgusto de comprobar que se iba a cumplir la ley de Murphi y tu profecía y que nos iba a caer en cuartos la actual campeona mundial, saber que no podrán contar con Pirlo y Gattuso ha sido como soltar un yunque. Un alivio para España.

El partido de Zúrich dejó dos lecciones. Primera. Francia ha caducado. Segunda: Italia aún no. Resiste porque si es cierto que pierde fuerza con los años, en igual proporción aumenta su suerte. Pero además tienen fe. Creen y encima trabajan. El peligro para España es que los azzurri vienen de abajo hacia arriba. Están en elevación. El pase de anoche es para ellos como un chute de moral. Qué peligro.

La culpa de que España tenga la vía más complicada en cuartos es, por este orden, de las siguientes personas: del que sacó las bolas en el sorteo, de Buffon por parar el penalti de Mutu y de dos jugadores del Barcelona: Abidal y Henry. Del primero por hacer el penalti sobre Toni, que además le valió la expulsión por ser el último defensa, y de Herny porque desvió el balón y despistó a Coupet en el golpe franco de De Rossi que supuso el segundo gol. Por cierto, un apunte: perfecto Lubos Michel todo el partido y especialmente en la jugada del penalti. Además, pasó desapercibido. Igualito que Mejuto, que ayer salía en todos los periódicos de Europa echando a dos seleccionadores de un tirón.

Además de la baja de Pirlo y Gattuso, hay que confiar en que Donadoni no repare, insista con Toni y le ponga ante España. Luca Toni tuvo ayer cinco ocasiones y las falló todas. Pero cada ocasión en la Eurocopa vale un millón de dólares. Estos no son partidos de solteros contra casados. No hay que derrochar así goles cantados. En fin, lo mejor que hizo Luca Toni fue chocar con su compañero en el Bayern, Ribery, al que lesionó. Le sacó del campo de forma involuntaria, pero eso también fue una circunstancia que influyó en el devenir del partido, al menos según la opinión de Domenech, quien por cierto está buscando trabajo...
'Biscotto'.

Italia está crecida y ha recuperado ese hábito que tienen los campeones, el hábito de ganar, el olor a victoria. Ya han llorado todo lo que tenían que llorar, que si Cannavaro, que si los árbitros, que si el biscotto. Se han quitado la careta y vienen a por nosotros con fijeza e intención. Pero España también está en elevación. Y tiene lo que más temen los azzurri: velocidad. Más que la liebre, ha saltado la garrapata. ZZ... ¡Villa!
El duro