El Mundial 2010, la batalla de los cuatro campeones
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Alonso, Schumacher, Button y Hamilton se cruzarán en la temporada más apasionante de la última décadaRaymond Blancafort - 22/12/2009 03:00Si se consuma el retorno de Michael Schumacher, el Mundial de F1 de 2010 puede convertirse en el mejor de todos los tiempos.
Con cuatro campeones del mundo en la pista –Fernando Alonso, Jenson Button, Lewis Hamilton y el propio Michael– enrolados en tres equipos diferentes y una serie de pilotos que han demostrado su capacidad para poder llegar a lo más alto –Sebastian Vettel, Robert Kubica o Felipe Massa, por ejemplo–, el Mundial ya es de por sí muy prometedor.
Pero todo será aún más intenso si tenemos en cuenta que ya no valdrán las tácticas de equipo. La prohibición de los repostajes hará que la calificación adquiera todo su esplendor –prestación pura con depósitos vacíos– y que nadie puede esconder su falta de prestaciones bajo un error táctico, el ir más o menos cargado.
Las batallas serán 'cuerpo a cuerpo', no en la distancia. Los adelantamientos tendrán que ser en la pista porque los cambios de gomas se efectuarán todos prácticamente en el mismo momento y además serán muchísimo más rápidos; los 9-10 segundos de parada del pasado año quedarán reducidos a menos de la mitad.
Cuentas pendientes
Para cada uno de ellos, el Mundial 2010, además, revestirá un significado muy especial. Para Michael Schumacher, la posibilidad de 'vengarse' de Fernando Alonso, el hombre que le derrotó en la pista y en cierta forma forzó su decisión de retirarse. Pero Fernando tendrá otro enemigo: Felipe Massa. El brasileño, no quiere volver a asumir el papel de segundo de Ferrari.
Entre Jenson Button y Lewis Hamilton la batalla promete ser todavía más dura. Se juegan simplemete el ser el mejor británico. Son los dos últimos campeones y ahora, a igualdad de coche, deben dirimir quién será el mejor entre ellos. Y Lewis, además, se enfrentaría al privilegio de medirse por fin en pista con Michael, ya que hasta ahora no habían coincidido.
Para Schumacher, sin embargo, el mayor fantasma asuperar sería su propia leyenda y un Nico Rosberg que no desea hacerle regalo alguno. Como se ve, emoción no debe faltar en la pista